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Engrasar el cabello no sólo está de moda, sino que también es un método muy eficaz y delicado para cuidarlo. Desde que los aceites naturales se han hecho tan populares, una de las preguntas más importantes que surgen es: ¿qué aceite elegir para engrasar mi tipo de cabello? No es tan fácil seleccionar el ideal entre los casi 100 aceites disponibles en el mercado, por ello, a continuación encontrará un esquema que le ayudará a comprender cómo adecuar los aceites a determinados tipos de cabello.
Se dice que en cosmetología se utilizan más de 100 aceites naturales diferentes. Un dato interesante es que un gran número de ellos también se utiliza a diario en la cocina. Por ejemplo: aceite de girasol, de maíz o de arroz. Sin embargo, los que se vayan a utilizar en el cuidado del cabello deben ser puros, ecológicos, prensados en frío, sin refinar y sin sustancias sintéticas. Por otra parte, las mantecas vegetales también son de uso común. ¿Pero qué son? Son aceites que tienen una consistencia sólida a temperatura ambiente y que hay que calentar para que se vuelvan más fluidos.
Entre cientos de aceites, se tiene que elegir el más adecuado para su cabello. No es de extrañar que esta pregunta provoque tantas dudas y nos cueste noches de insomnio. ¿Qué aceite será el más adecuado para empezar a engrasar el cabello? Pues debe adaptarse a la porosidad de su cabello, debe proceder de una fuente fiable, sin refinar y debe ser prensado en frío.
Se pueden distinguir tres tipos de cabello y el mismo número de categorías de aceites capilares. Conociendo las propiedades de ambos, no habrá ningún problema para adecuar los aceites adecuados a cada tipo de cabello. Las hebras pueden tener diferente porosidad, lo que indica su nivel de destrucción. ¿Cómo determinar la porosidad? Uno de los métodos consiste en observarlas al microscopio. Afortunadamente, existen métodos que pueden ayudarle a identificar su porosidad en la comodidad de su propia casa.
Los aceites se componen de ésteres, ácidos grasos, vitaminas, fosfolípidos y minerales, y pueden clasificarse según sus propiedades. Pueden dividirse en función de su capacidad de absorción, que depende del tamaño de las partículas y del contenido de ácidos grasos del aceite.
Los aceites penetrantes son fácilmente absorbidos por el cabello porque tienen partículas pequeñas. Se trata principalmente de mantecas con aceites saturados como: manteca de karité, aceite de babasú y manteca de cupuacu que contiene Nanoil un aceite para cabello de baja porosidad.
Las partículas un poco más grandes son características de los aceites semipenetrantes con ácidos grasos insaturados, omega 7 y omega 9. A este grupo pertenecen el aceite de macadamia, el aceite de argán, el aceite de marula, el aceite de maracuyá y la jojoba. Estos son los componentes del aceite capilar Nanoil para porosidad media.
Las partículas grandes pueden ajustarse a los defectos de la estructura capilar. Son típicas de los aceites no penetrantes con aceites insaturados, omega 3 y omega 6, como el aceite de onagra, aceite de semilla de algodón y aceite de aguacate que combina el aceite Nanoil para cabello de alta porosidad.
Conociendo la porosidad de su cabello, es muy fácil elegir el aceite adecuado. Por lo tanto, engrasar el cabello dará mejores resultados y el riesgo de generar frizz va a reducir en lugar de aumentar. Siga leyendo y descubrirá qué aceite elegir.
Se sabe que el cabello rubio contiene muy poca melanina y es naturalmente más fino y débil. Sobre todo si está decolorado químicamente. Por lo tanto, el engrasado del cabello rubio debe realizarse con el uso de aceites ligeros y de buena absorción que no sobrecarguen unas hebras tan frágiles. Una buena idea es utilizar aceite de macadamia (penetrante), aceite de marula o jojoba. Las chicas rubias que estén satisfechas con su color deben evitar el uso de aceites indios (amla y brahmi), así como el aceite de ricino, ya que aportan propiedades oscurecedoras.
Los cabellos rizados a menudo se diferencian por su estructura, pues en donde se forman los rizos las hebras son mucho más finas y más propensas a quebrarse. Por naturaleza, tienen una mayor porosidad, y por lo tanto el aceite de alta porosidad será ideal; por ejemplo: aceite de uva, aceite de girasol, aceite de almendras dulces, aceite de linaza, aceite de neem, aceite de aguacate o aceite de avellana.
El problema del frizz afecta a todos los cabellos de porosidad media y baja. En este caso, el mejor aceite no sólo se encargará del encrespamiento, sino que también suavizará y garantizará un nivel adecuado de hidratación. Los siguientes aceites contienen estas propiedades: aceite de linaza, aceite de oliva y aceite de jojoba. Para domar los mechones rebeldes y aportar suavidad, engrasa el pelo con calor y utiliza nebulizaciones de aceite durante el día.
Los tintes influyen muy negativamente en la estructura queratínica del cabello. Los tintes causan graves daños a las hebras, por lo que el aceite para este tipo de cabello debe actuar en profundidad, regenerar, fortalecer y proteger de nuevos daños. Para el cabello teñido, los aceites más recomendados son: aceite de aguacate, aceite de semilla de uva, aceite de almendras dulces y aceite de argán.
La decoloración del cabello, así como el tratamiento del color, despoja al cabello de valiosos nutrientes, lo daña y lo debilita. Las hebras decoloradas requieren una regeneración y fortalecimiento en profundidad. En este caso, puede utilizar aceite de argán, aceite de semilla de algodón o aceite de girasol.
La caída del cabello es algo natural mientras que no sea excesiva. El aceite para el cabello puede inhibir la caída del pelo porque fortalece los bulbos y regula el funcionamiento del cuero cabelludo. Los aceites recomendados para el problema de la caída del cabello son: aceite de ricino, aceite de semillas negras, aceite de cedro (obtenido del pino siberiano, no es un aceite esencial).
Este tipo de cabello requiere un refuerzo y un aceite que mejore su volumen y lo hidrate, pero sin sobrecargarlo. Los cabellos delicados, por ejemplo los naturalmente rubios, merecen ser tratados con aceites que se absorban bien. Puede elegir entre los siguientes aceites: aceite de oliva, aceite de cártamo, aceite de linaza o aceite semipenetrante de macadamia.
Las puntas son las partes del cabello más expuestas a los efectos nocivos de factores externos, altas temperaturas, etc. Necesitan una protección eficaz. El aceite de argán o el aceite de semilla de algodón protegerán perfectamente las puntas del cabello y funcionarán como protección térmica.
Al igual que los cabellos rizados, los ondulados también están expuestos al frizz y a la fragilidad. Lo que se necesita en este caso es un aceite que acentúe la onda, que se absorba fácilmente, evite el encrespamiento y no apelmace los mechones. Jojoba, almendra o linaza serán los mejores aceites para esta tarea.
Casi todos los aceites funcionan bien en cabellos deshidratados porque son emolientes naturales. Por lo tanto, protegen las hebras de la pérdida de agua y mantienen un nivel adecuado de hidratación. Los mejores aceites son: macadamia, girasol, almendras, aguacate y germen de trigo.
Parece que los aceites no son recomendables para el cabello graso. Sin embargo, regulan el trabajo de las glándulas sebáceas, limpian y evitan la secreción excesiva de sebo que provoca el cuero cabelludo graso. En este caso, la mejor solución es frotar el cuero cabelludo con aceite de ricino o de cedro.
En la mayoría de los casos, la lucha contra la caspa es un caso complicado, sobre todo porque existen diferentes causas. Sin embargo, todo comienza en el cuero cabelludo cuando empieza a funcionar de forma anormal. Un gran sustituto de los champús anticaspa son los aceites para el cabello con caspa. Los favoritos en esta competición son: aceite de cedro, aceite de ricino, aceite de bardana o aceite de romero.
La fragilidad del cabello se asocia principalmente a su mayor porosidad. En el caso del cabello seco y quebradizo, puede que merezca la pena recurrir a aceites recomendados para cabellos de porosidad media y alta. Aportarán flexibilidad y suavidad a las hebras. Por ejemplo, aceite de onagra, aceite de maíz, aceite de germen de trigo o aceite de argán.
Alisar el pelo puede ser perjudicial sólo si no se le proporciona la protección adecuada. El mejor aceite para alisar el pelo es el aceite de argán natural (proporciona protección térmica, regenera e hidrata), así como el aceite de maracuyá o de marula.
El cabello dañado tiene una alta porosidad y los aceites adecuados para él son los que proporcionan una regeneración integral, fortalecimiento, hidratación, suavidad, así como restauran la estructura dañada de la queratina. Los aceites para cabello muy poroso recomendados para mechones muy dañados son: aceite de cártamo, aceite de semilla de uva, aceite de onagra, aceite de semilla de algodón o aceite de maíz.
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