2 Su Cabello Sufre Cuando Le Hace Esto. ¡Descubra Qué Cosas Pueden Arruinar Su Peinado!

Usted apapacha a su cabello con acondicionadores, elige el champú cuidadosamente, aplica sueros para las puntas y usa mascarillas capilares una vez a la semana, pero su cabello sigue estando dañado, opaco, encrespado y simplemente no luce bien. Puede que el culpable sea algo que parece inofensivo pero no lo es y usted no sea consciente de ello. Conozca los errores más básicos y las cosas que no debe hacer si no quiere arruinar su peinado y empeorar la condición de su cabello. Si tiene estos malos hábitos, ¡cámbielos cuanto antes!

10 cosas que dañan su cabello

1. Utilizar planchas, rizadores y otras herramientas de peinado con calor

A nuestro cabello no le gusta el peinado con calor. Las altas temperaturas (superiores a los 40 grados Celsius) le quitan el agua. Una temperatura extremadamente alta como la que emiten las planchas quema el cabello irreversiblemente y rompe los enlaces disulfuro internos, un daño que no se puede reparar. El cabello quemado no podrá recuperar su nivel adecuado de hidratación, así que es recomendable evitar las planchas y rizadores tanto como sea posible. Si no puede prescindir de ellos, procure aplicar siempre un protector térmico: un aceite natural o un spray para proteger el cabello contra el efecto destructivo del calor y el exceso de sequedad en las hebras.

2. Algunos tratamientos para peinar y procesos químicos

Aparte de los tratamientos nutritivos y revitalizantes, con frecuencia sometemos a nuestro cabello a tratamientos que en teoría son beneficiosos para el cabello pero que tienen el efecto contrario a largo plazo, dejando el cabello extremadamente seco, con menos resistencia, sin elasticidad, brillo y con una mala apariencia general. Dañado por procesos químicos, el cabello difícilmente recuperará su condición original. La lista negra de procedimientos en el salón de belleza incluye la aclarado, el tinte, el permanente, la decoloración y las extensiones de cabello.

3. Las condiciones climáticas

Lamentablemente, poco podemos hacer al respecto. No es posible evitar el frío extremo, los fuertes vientos ni la luz solar intensa que arruinan nuestro cabello rápidamente. El sol y la escarcha no solo debilitan la estructura externa del cabello, sino también el folículo interno. Como resultado, el cabello se cae y su crecimiento podría estancarse. Un folículo débil deja de producir cabellos fuertes y gruesos. Por eso, proteger el cabello contra la luz solar, la radiación UV y las bajas temperaturas es fundamental. Hoy en día, junto con las condiciones climáticas dañinas, el cabello también está expuesto a nuevas amenazas como el smog, la contaminación y las toxinas que son peligrosas tanto para su buen aspecto como para su salud.

En invierno y verano, recuerde usar sombrero y sprays o aceites capilares especialmente diseñados contra la contaminación; aplíquelos sobre el cabello cada vez que vaya a salir.

4. Tirones y jalones (daño físico)

Estas acciones parecen inofensivas, pero cuando se repiten todos los días, dañan el cabello: cuando roza el cuello de la camisa, los aretes, los collares, los abrigos, las almohadas... y usar sombreros demasiado ajustados le hace mucho daño a las estructuras externas del cabello. El peor error que puede cometer contra su cabello es dormir sin secarlo después de lavarlo; es un error que rápidamente ocasiona un cabello dañado y de mal aspecto. El secado enérgico con una toalla tiene el mismo efecto y causa daño físico en la estructura del cabello, ya que las cutículas húmedas son más frágiles y sensibles, por lo que frotarlas con una toalla afectará su condición y arruinará su textura natural. Después de lavar, es mejor envolver su cabello suavemente en una toalla (de preferencia que sea de microfibra) y esperar a que absorba el exceso de agua.

5. El agua

Tan inocua como parece, puede dañar significativamente su cabello: el agua pesada (con una carga elevada de minerales) se acumula en el cabello. Las micropartículas de este tipo de agua causan rigidez y evitan que el cabello se hidrate. El cloro del agua de la piscina o el agua salada del mar tienen un efecto negativo similar. Si desea proteger el cabello de este tipo de daño, use un spray especial o acondicionadores en mousse siempre que piense nadar en la piscina o en el mar. Si el agua de su casa no es lo suficientemente ligera (sin una carga pesada de minerales), use una mezcla de vinagre de manzana y agua hervida para el último enjuague. Esto suavizará el cabello, le dará brillo y mantendrá el pH del cuero cabelludo en equilibrio.

6. El estrés y una mala alimentación

El cabello obtiene la mayor parte de sus nutrientes de los alimentos que consumimos, por lo tanto, si realmente desea nutrir adecuadamente y mejorar el crecimiento, así como la apariencia y la condición de su cabello, procure una alimentación adecuada alta en vitaminas y minerales. Al cabello le benefician los aminoácidos (taurina, arginina, metionina, cisteína, tirosina), que son los principales responsables del crecimiento y la prevención de la pérdida del cabello. Investigue cuáles son las mejores fuentes de estos aminoácidos y procure incorporarlas diariamente en su alimentación.

Recuerde que no hay nada peor para su piel, cabello y uñas que un nivel elevado de estrés. La tristeza crónica y la apatía son enemigas de un aspecto juvenil: no olvide que el cabello se cae más debido al estrés constante y elevado. Por lo tanto, procure hacer actividades que le permitan relajarse al menos por un rato y estar de buen humor todos los días. Un buen descanso y muchas sonrisas son, sin duda, el mejor elixir de juventud del mundo.

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7. Productos inadecuados para la estructura y condición de su cabello

Seguramente habrá notado que su cabello se comporta de manera diferente después de la aplicación de un producto. Además, recuerde que su cabello es único y nunca será igual al de su amiga o hermana, por lo que si algo le funciona a ellas, no necesariamente le funcionará a usted. Elija productos teniendo en cuenta exclusivamente el bienestar de su propio cabello. Considere su porosidad, apariencia en las raíces y puntas, y elija los productos adecuados para su tipo de cabello. Si no lo tiene muy claro, utilice una [prueba de porosidad del cabello] que puede encontrar en internet o pida consejo a un estilista profesional o tricólogo.

Sólo recuerde mantener siempre el equilibrio y nunca sobrecargar el cabello con demasiado producto. Las espumas, geles, sprays y otros productos para peinar contienen alcohol y, por lo tanto, contribuyen a empeorar la condición del cabello, lo opacan, lo rompen y lo deshidratan.

8. Irse a dormir con el cabello mojado

A veces no tenemos tiempo para dejar que el cabello se seque por completo. Nos lavamos el cabello tarde y queremos irnos a dormir lo antes posible después de un largo día. Dormir con el cabello mojado, como se mencionó anteriormente, es uno de los factores más perjudiciales para éste. Muchas personas ni siquiera saben lo dañino que puede ser. No solo por las marcas que quedan en el cabello, también se rompe y se encrespa. El cabello mojado es más propenso a dañarse y el roce contra la almohada provoca microdaños en toda la estructura del cabello, lo que conduce a problemas más serios a largo plazo. Por eso, el aire fresco de un secador y un moño desenfadado, una trenza o una cola de caballo son menos invasivos.

También hay que recordar que el cabello húmedo no tolera movimientos bruscos. Incluso al desenredarlo, debe tener cuidado y en lugar de jalarlo, desenredarlo suavemente con un peine de madera de dientes anchos.

9. Una mala rutina de cepillado y peinado 

El [cepillado del cabello] es una actividad muy importante que, si se hace correctamente, hidrata (al distribuir el sebo protector), masajea el cuero cabelludo y aumenta el flujo sanguíneo, llevando el oxígeno a las células, estimulando los folículos y fomentando el crecimiento. Sin embargo, para que el cepillado sea un tratamiento reparador en lugar de uno que haga daño, debemos aprender a cepillar el cabello correctamente y elegir los accesorios adecuados. Recuerde que no debe jalar su cabello, ni húmedo ni seco.

Tenga delicadeza al cepillar su cabello; comience desde las puntas para evitar nudos y enredos. Los estilistas recomiendan cepillos de cerdas naturales de jabalí: al cepillar, éstas tocan el cuero cabelludo y lo masajean, liberando y distribuyendo el sebo por todo el cabello. Los estilistas consideran que el sebo es el mejor acondicionador. Además, al masajear el cuero cabelludo se incrementa el flujo sanguíneo, lo que intensifica la absorción de nutrientes y, por lo tanto, acelera el crecimiento de cabello nuevo y fortalece el cabello existente.

10. Descuidar el cuero cabelludo

Pocas personas saben que el cuero cabelludo es el elemento clave del cabello. Un cuero cabelludo saludable es como el suelo fértil de las plantas. Después de todo, es donde viven los folículos capilares, que son los responsables del crecimiento adecuado y saludable del cabello. El folículo es la matriz, también conocido como la 'fábrica' del cabello. Si descuida su cuero cabelludo, si está seco o si no lo lava correctamente, los folículos podrán trabajar adecuadamente. Lo que es más, hay productos que se acumulan en las raíces del cabello, impidiendo su crecimiento. Si desea tener un cabello hermoso, primero hay que considerar lo más básico: debe purificarse el cuero cabelludo con un exfoliante profesional o un tratamiento casero regular de aceite capilar.

¿Cómo restaurar rápidamente la condición y el brillo del cabello?

No todo el mundo se decide por una cita con un tricólogo o procedimientos costosos en una clínica capilar. ¿Existe alguna forma de reparar el cabello de forma profesional en casa? ¡Por suerte la hay! Es un tratamiento de aceite casero para el cabello: seguro y que aborda todos los problemas del cabello, revitaliza y restaura el tallo del cabello, además de limpiar y calmar el cuero cabelludo, nutre los bulbos, mejora el (re)crecimiento de un cabello fabuloso y fuerte y bloquea la caída. El tratamiento con aceite capilar también es una terapia ideal después del verano o el invierno, cuando estás expuesta a la caída estacional del cabello.

Las mascarillas capilares profesionales (idealmente ricas en queratina y aceite de argán) o las ampollas revitalizantes también son tratamientos eficaces. Sin embargo, antes de comprarlos, asegúrate de poder aplicarlos en el cuero cabelludo y de que están libres de parabenos y siliconas.