El Método Oil Cleansing Method (Limpieza con Aceites: OCM por sus siglas en inglés) es uno de los mejores tratamientos para el cuidado de la piel de nuestros tiempos. Y lo mejor de todo es que sirve perfectamente no sólo para pieles secas, sino también para pieles maduras, con acné y con cuperosis. El secreto de este método está en combinar aceites de manera correcta. Descubra por qué resulta beneficiosa la limpieza facial con aceites, cómo llevar a cabo este procedimiento paso a paso y qué proporción de aceites debe utilizar para sacar el máximo provecho de la OCM para la piel del rostro.
Como se ha mencionado anteriormente, el método OCM es una forma de eliminar el maquillaje y otras impurezas del rostro que se acumulan a lo largo del día, mediante el uso de una mezcla especialmente preparada de aceites naturales cuyo porcentaje de contribución en una mezcla concreta no es accidental.
Este método se ha popularizado sobre todo en Asia. Su eficacia se basa en un principio muy simple que dice: "el aceite elimina al aceite". También lo utilizan los laboratorios cosméticos que lanzan, como los desmaquillantes bifásicos en los que una de la fase es aceitosa, obviamente.
Sin embargo, aquí termina la similitud entre los productos bifásicos y los aceites naturales. A fin de cuentas, los aceites son totalmente naturales y difieren de los desmaquillantes de farmacia que, en su mayoría, contienen detergentes agresivos. Como ya dijimos, el método OCM está relacionado con el uso de una mezcla totalmente natural y segura que se compone de [aceite de ricino] y un aceite base, o algunos aceites de belleza naturales adicionales.
Lavarse la cara con aceites es ideal para todo tipo de pieles, incluida la piel grasa y la que tiene acné o cuperosis.
Sin embargo, lo importante es que el aceite utilizado para el procedimiento se adapte al tipo de piel, de modo que pueda responder a las necesidades de la piel del rostro, limpiarla, aliviar padecimientos dermatológicos, reponer agua y mejorar el estado general del cutis.
En resumen, la limpieza facial a base de aceites es un buen hábito que deberían adoptar sobre todo las personas de piel seca, extremadamente seca, deshidratada y sensible. Los cosméticos habituales diseñados para limpiar el rostro y desmaquillarlo contienen muchas sustancias controvertidas que actúan de forma agresiva, lo que se traduce efectos adversos para estos tipos de piel. Es decir, eliminan la capa de sebo de la piel, que es esencial para que la barrera hidrolipídica se mantenga fuerte. Como consecuencia, la piel que es sometida a productos de limpieza convencionales se irrita, se deshidrata y, con frecuencia, pierde agua en cantidades considerables.
La universalidad del OCM depende del hecho de que también puede aplicarse para limpiar y cuidar la piel grasa. Con los aceites adecuados, el OCM mejorará significativamente el aspecto del cutis graso. Esta mejoría ocurre, entre otras cosas, al normalizar el trabajo de las glándulas sebáceas, la reducción y disminución de la visibilidad de los poros de la piel y la desaparición del acné.
Hay que tener en cuenta que los detergentes alteran la barrera hidrolipídica de la piel, por lo que ésta puede alterarse, irritarse, enrojecerse. Gracias a la reducción gradual de los detergentes agresivos y a su sustitución por aceites naturales, el OCM ha sido adoptado como un ritual de cuidado de la piel seguro, no invasivo y beneficioso para todos los tipos de piel.
Además, es bueno incluir el OCM en la rutina del cuidado diario de la piel porque permite eliminar el maquillaje y proporciona una limpieza profunda de la piel sin utilizar ninguna loción micelar, espuma u otro gel limpiador facial previamente. Esto puede parecer increíble para algunas personas, pero los aceites son el mejor de todos los productos disponibles actualmente para limpiar la piel del rostro.
Como cualquier otro cosmético, también los aceites necesitan tiempo para producir los efectos deseados. La sensación de un rostro limpio y agradable al tacto se percibe de inmediato. La regeneración, el tono uniforme de la piel y la reducción de arrugas pueden tardar un poco más, incluso hasta unas semanas. También puede ser que su mezcla de aceites requiera ligeras modificaciones, de acuerdo a las necesidades individuales de su piel. Muchas mujeres afirman haber observado cambios positivos en el aspecto de su piel al cabo de una semana, mientras que otras deben esperar más tiempo para dejar que la piel se purifique por sí misma y pueda potenciar los procesos de autorregeneración.
En su versión más básica, cada mezcla de aceites utilizada para limpiar el rostro está compuesta por aceite de ricino y un aceite base correctamente seleccionado (con propiedades purificadoras y acondicionadoras). Tenga en cuenta que sólo debe elegir [aceites no refinados y prensados en frío] para realizar el OCM, ya que este tipo de aceites están clasificados como los de mayor calidad. Además, estos aceites no pierden sus valiosas sustancias nutritivas. Hay que tener en cuenta que la proporción de aceites preparados para el OCM varía en función del tipo de piel que se desea limpiar. La proporción general es la siguiente:
El aceite de ricino tiene una composición similar a la del sebo humano y es perfectamente adecuado para limpiar el rostro. Por otro lado, este aceite tiene propiedades deshidratantes, por lo que su proporción es diferente según el tipo de piel. Hay que tener en cuenta que el aceite de ricino puede sustituirse por aceite de jojoba.
El aceite base que se utiliza con más frecuencia para la OCM es el que más se asemeja a tu tipo de piel. A fin de cuentas, su función no es sólo limpiar y regenerar la piel, sino también ayudarla a funcionar correctamente. Muchos aceites sirven para más de un tipo de piel. Si conoces tu tipo de piel, puedes utilizar la siguiente guía:
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