Somos lo que comemos. La belleza de nuestro cabello no sólo depende de los productos cosméticos que utilizamos a diario. La alimentación desempeña un papel importantísimo en este sentido y, para ser más precisos, es aquello que proporcionamos a nuestro cabello junto con los alimentos. ¡Descubra si sabe cómo complacer sus ganas de tener un cabello bonito!
Cada vez somos más conscientes de cómo cuidar el cabello correctamente e intentamos elegir los mejores (y más adecuados) productos cosméticos. Recurrimos a las proteínas cuando queremos reparar un cabello dañado. Usamos humectantes cuando sentimos que al cabello le falta hidratación. Elegimos emolientes cada vez que el cabello necesita protección.
Sin embargo, no basta con los productos. Ni siquiera los que son capaces de penetrar en las estructuras internas del cabello pueden regenerarlo y reforzarlo al 100% si no se complementan con una alimentación adecuada. ¿Quiere saber cómo afectan los hábitos de alimentación al cabello?
Todo lo que comemos es muy importante. El cabello es como nuestro barómetro: indica el estado de nuestro organismo. Si nos faltan determinados minerales, vitaminas y otras sustancias nutritivas, todo ello se reflejará en nuestro cabello. Entonces, el cabello se vuelve quebradizo, opaco y frágil, y las puntas tienden a partirse y aumenta la caída. El principio es sencillo: para tener un cabello bonito y sano, hay que aportar al organismo el mínimo de nutrientes esenciales que lo refuercen.
Sin embargo, nuestro cuerpo utiliza primero las vitaminas, los minerales y todos los demás ingredientes nutritivos para fortalecer los órganos principales y solamente lo que sobra pasa a los folículos pilosos. Si no proveemos a nuestro cuerpo de cantidades abundantes de sustancias esenciales, puede ocurrir que no quede suficiente para el cabello. En tal caso, el cabello queda desprovisto de nutrientes y, como resultado, pierde brillo, elasticidad y condición.
La nutrición desde dentro es extremadamente importante y debe ir a la par de los cuidados exteriores. La alimentación para el cabello debe estar correctamente equilibrada, pero todavía no le damos la suficiente importancia. Es una pena, porque los alimentos son la fuente de todas estas sustancias que deben consumirse para fortalecer el cabello:
Puede encontrar más información sobre qué vitaminas para el cabello deben incluirse en la alimentación, así como qué minerales son importantes para el cuidado del cabello [aquí] y [aquí].
Sin duda, la alimentación afecta al cabello. No hay que olvidarlo, porque a la hora de preparar los alimentos, debemos tener presente el estado de nuestro cabello. ¿Qué productos conviene introducir en el plan de alimentación, para garantizar la dosis adecuada de ingredientes nutritivos? Un complemento perfecto a un cuidado capilar estándar a base de aceites no es otra cosa que una alimentación capilar adecuada. ¿Qué comer para fortalecer el cabello?
La alimentación saludable no tiene sustituto, motivo por el cual las distintas clases de pastillas para el cabello deben ser sólo un complemento. Los suplementos fueron creados para ayudar en la correcta nutrición del organismo y luchar contra las carencias de vitaminas y minerales durante periodos como el otoño. No obstante, lo más importante es una alimentación equilibrada. Si recurrimos a los suplementos capilares, debemos recordar que no pueden sustituir a una alimentación equilibrada. Ningún suplemento puede fortalecer el cabello y evitar su caída si nuestra dieta se basa en refrigerios poco saludables.
También es importante recordar que una alimentación poco saludable es una forma de empeorar el estado de nuestro cabello. No se trata sólo de no aportar las vitaminas y minerales antes mencionados. Algunos productos alimenticios simplemente no son recomendables en absoluto. ¿Qué hay que evitar?
Procure llevar una dieta equilibrada, rica en verduras frescas y otros productos saludables. Es más, recuerde hidratar el cuerpo con regularidad porque es la única forma de poder disfrutar de un cabello sano. Los aceites capilares sólo servirán para potenciar lo que por naturaleza es bello, fuerte y resistente a los daños.
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