De no ser por la estructura del cabello y por el conocimiento de sus necesidades, el aceite capilar no tendría tanto éxito. Definir primero la porosidad del cabello es la clave para encontrar el aceite capilar perfecto, el que cumplirá nuestras expectativas de cuidado capilar. ¿Conoce la porosidad de su cabello? Para saber más sobre este tema, debe consultar este artículo.
El tratamiento capilar más efectivo es el que satisface nuestras necesidades capilares. Los mechones pueden verse afectados por varios problemas y estos se relacionan de manera directa con las alteraciones que se producen en la estructura externa del cabello. El modo en que está construido el cabello ejerce una gran influencia en los cambios que sufren las hebras. Por supuesto, los factores nocivos que solemos exponer continuamente a nuestro cabello también afectan al estado de las hebras.
A pesar de que no es tan importante la forma en que el cabello se construye cuando se trata las hebras con un champú o un acondicionador ligero solamente, el aceite de tratamiento capilar eficaz exige la selección de aceite libre de errores. No cualquier aceite sirve para todos los tipos de cabello. Los cuidados del cabello rizado deberían ser diferentes de los del cabello graso. ¿Qué aceite elegir? La respuesta está en el cabello.
Tenemos alrededor de 100.000 folículos en el cuero cabelludo. En cada folículo hay un bulbo piloso, pero no en todos crece un cabello. Un dato curioso es que existen entre 180 y 350 cabellos por cada centímetro cuadrado de piel.
Por lo general, un cabello se divide en dos partes: una raíz y un tallo. La primera parte está situada dentro de la dermis, en su capa subcutánea. La raíz es la parte visible que, evidentemente, está situada por encima de la piel. Si enumeráramos las capas de las que se compone el tallo del cabello, éstas serían médula, córtex y cutícula. Estas dos últimas capas están compuestas de queratina, de ahí que el protagonismo de esta sustancia sea tremendo en lo que al cuidado del cabello se refiere.
Por su parte, el córtex se compone de fuertes fibras verticales de queratina que envuelven el cabello concéntricamente y son responsables, por ejemplo, de su flexibilidad. Sin embargo, la queratina constituye una proteína de resistencia extraordinariamente alta a los daños, aunque esto no significa que el cabello sea indestructible. Al margen de este componente esencial, el cabello posee la cantidad óptima de agua que debe permanecer en la misma capa para preservar su salud. Asimismo, este pelaje presenta granos de melanina, que es un pigmento que dota de color al cabello.
La capa de queratina del cabello se sitúa como la más externa. Está compuesta por células callosas con forma de escamas. Normalmente están dispuestas en 5-10 capas que envuelven el cabello como un escudo hecho de tejas. Cumplen una función protectora contra diversos tipos de factores dañinos. Gracias a sustancias aceitosas, las cutículas capilares se fijan entre sí y a las capas internas del tallo piloso. Por consiguiente, el suministro de AGE (ácidos grasos esenciales) a las hebras es absolutamente crucial.
Junto a las cutículas, que forman una armadura, el cabello se protege mediante una capa de cera y grasa, también conocida como sebo. Las glándulas sebáceas lo segregan a los folículos, desde donde sale, y se encarga de mantener el escudo de queratina y aportar hidratación al cabello. Cabe mencionar también que en gran parte el sebo humano se compone de ácidos grasos libres.
¿Qué es la porosidad del cabello? Se trata de una de las características anatómicas de nuestro cabello. Determina la posición que ocupan las mencionadas cutículas capilares con respecto a la médula. Es interesante señalar que las cutículas capilares pueden cambiar de posición. Mientras más abiertas estén las cutículas, peor para nosotros. En cuanto se abren mucho, la médula sensible se queda sin protección y esto provoca un rápido deterioro del cabello. Precisamente por este motivo, se define la porosidad del cabello como el ángulo en el que se levantan las cutículas capilares o, lo que se encuentra más a menudo, como el grado de deterioro del cabello.
Podemos distinguir tres porosidades capilares
No se trata de una característica definitiva del cabello, si bien en algunos casos se pueden relacionar como, por ejemplo, que los cabellos rizados suelen ser muy porosos. En el resto de los casos seremos nosotros mismos quienes establezcamos el nivel de porosidad de nuestro cabello. De hecho, lo único que hay que hacer es cuidarlo de forma adecuada para que el cabello se mantenga sano y conserve su baja porosidad. El cabello aumenta su porosidad al estar bajo la influencia de factores dañinos tales como el sol abrasador, el procedimiento de aclarado, el teñido, el peinado con calor, etc.
Resulta curioso que el cabello puede tener diferentes niveles de porosidad en función de la parte del tallo capilar que analicemos: mientras más cerca de la cabeza, menor es la porosidad del cabello. Una porosidad elevada es típica de las puntas del cabello, que están expuestas a la rotura y pierden agua a gran velocidad.
Para definir la porosidad del cabello se pueden seguir varios métodos. ¿Cómo determinar cuál es la estructura de nuestro cabello? Podremos obtener una respuesta más precisa acudiendo a la consulta de un tricólogo o a un salón de belleza profesional, en los que podremos realizar un examen microscópico. En primeros planos, resulta más fácil precisar la disposición de las cutículas capilares en relación con la médula. No obstante, si no disponemos de la posibilidad de visitar a un tricólogo, se puede definir la porosidad del cabello por nuestra cuenta.
Podemos acceder fácilmente a mucha información relativa a nuestro cabello con sólo observarlo detenidamente. Para muestra,
Una herramienta muy útil a la hora de definir el tipo de cabello es la prueba de porosidad capilar. Sólo hay que contestar a unas preguntas simples relativas, por ejemplo, a cuánto tiempo necesita el cabello para secarse, el estado general, el estado de las puntas, las dificultades para peinarlo, etc. Al finalizar la prueba, se obtiene una respuesta que indica el nivel concreto de porosidad del cabello. El algoritmo es capaz de definir con precisión el tipo de cabello con una alta probabilidad.
¿Cómo verificar la porosidad del cabello en casa? Numerosos blogueros proponen tres métodos poco conocidos que no son tan confiables y pueden provocar dificultades todavía más grandes a la hora de definir la porosidad del cabello. Entre estos métodos se encuentran:
¿Qué sentido tiene conocer el tipo de porosidad de su cabello? Tal y como se indicó al principio de este artículo, la porosidad del cabello es el dato clave. Saber exactamente cuál es el estado de nuestro cabello facilita en gran medida el cuidado capilar adecuado y la elección de los aceites que van a devolver la salud a nuestras hebras. Un aceite inadecuado es la forma más rápida de deteriorar la apariencia del cabello.
El cabello prefiere varios métodos de cuidado siempre y cuando se adapten a su porosidad. Así, por ejemplo, el cabello de baja porosidad está bien si el tratamiento con aceite se prolonga, pero es fácil sobrecargarlo. Por su parte, el cabello de porosidad elevada necesita un tratamiento de aceite breve pero profundo o lavados ácidos para ayudar a cerrar las cutículas. Ambos cuidados y los aceites tienen que estar en consonancia con la estructura del cabello. ¿Cuál es el mejor aceite capilar?
En función de la porosidad del cabello, los aceites capilares deben ser diferentes:
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