Es fácil lavarse el cabello. Sin embargo, la manera de hacerlo resulta tan importante como los cosméticos que empleamos. Si no seguimos determinadas reglas o incluso las desconocemos, nuestro cabello quedará seco, sin brillo y quebradizo. Así pues, la pregunta es: ¿Cómo lavar el cabello correctamente?
La salud y la belleza de nuestro cabello ya se pueden cuidar en el mismo momento del lavado. Son pocas las mujeres conscientes de que la limpieza es el cuidado básico del cabello. Aunque parezca sorprendente, muchas veces nos equivocamos al realizar un tratamiento tan sencillo. Ha llegado el momento de revisar diferentes opiniones y ofrecer una guía paso a paso de la rutina adecuada para el lavado del cabello.
Aparte de seleccionar los productos correctos, también hay que determinar la frecuencia de lavado del cabello. Eso depende del estado del cabello y del cuero cabelludo.
Se pueden adoptar dos enfoques. Según el primero, hay que lavarse el cabello con la frecuencia necesaria para sentirse fresco. El otro recomienda disminuir el número de lavados. ¿En qué consiste el acuerdo?
Si tiene el cabello muy graso, debería lavárselo diariamente, aunque recuerde que debe utilizar siempre un champú suave -por ejemplo, el de los niños- sin detergentes fuertes. Normalmente, las mujeres se lavan el cabello cada 2-3 días, lo que parece estar en el mejor de los casos. Para lavarse el cabello, la regla es sencilla: lávese el cabello cuando sienta que ya no está fresco. No obstante, se aconseja no lavarse el cabello más de una vez al día. Además, no hay que olvidar las veces que hay que repetir el lavado en un mismo baño o regadera. Los estilistas lo realizan por lo menos dos veces durante 5 minutos para una mejor limpieza y un frescor más duradero.
Dicen que cuantas más veces nos lavamos, más graso está el cabello. El uso de una gran cantidad de SLS, SLES y otros detergentes puede retirar la capa lipídica protectora y resecar el cuero cabelludo, lo que hace que aumente la secreción de sebo. Por ello, un champú para cabello graso tiene que ser delicado y se debe usar un acondicionador apropiado tras el champú. No está mal, en este caso, una rutina diaria de lavado del cabello. En cambio, puede convertirse en una mala elección: seguir con el cabello graso y el sebo asentado puede conducir al debilitamiento de los bulbos y a la inflamación. Como consecuencia, es posible que el cabello se debilite.
La decisión viene determinada por las preferencias de cada persona. Se puede lavar el cabello tanto por la mañana como por la noche. Eso sí, hay algunas reglas cruciales que hay que seguir.
En caso de que se lave el cabello de noche, es necesario secarlo con la secadora antes de dormir. ¿Por qué? Con el cabello húmedo y suelto estamos mucho más expuestos a daños mecánicos, por ejemplo, al rozar con la almohada. En función de las temperaturas actuales y la rapidez con la que nuestro cabello se engrasa, no es necesario que el peinado tenga una apariencia fresca al día siguiente (incluso si se ha lavado antes de dormir). En cualquier caso, una rutina de lavado por la noche es inofensiva. Si le funciona, ¡hágalo!
Lavar el cabello en la mañana es la mejor opción. El motivo fundamental es un aceite capilar que pueda aplicarse con un masaje en el cabello y el cuero cabelludo antes de irse a dormir. Un tratamiento de aceite capilar nocturno es muy eficaz: el aceite tiene varias horas para penetrar en los bulbos pilosos. Por la mañana, basta con lavarse el cabello con champú y peinarse como de costumbre. Gracias a los efectos del aceite, no solo disfrutará de un peinado más fresco, sino de un cabello más sano y bonito.
¿Qué es una rutina de lavado del cabello paso a paso? ¿Qué hay que tener en cuenta antes, durante y después del lavado? Conviene saber algunas reglas básicas. Consiguen mejores efectos y hacen que la rutina sea más fácil.
Tristemente, son pocos los que saben que existen muchos métodos para lavarse el cabello. Solemos hacerlo como cuando éramos niños: frotar un champú y enjuagar. Aunque parezca increíble, hay alternativas a este método. Éstas pueden ayudar en la lucha por un cabello sano y bonito, puesto que muchas de ellas disminuyen el frizz, la estática, la falta de brillo y la aspereza. ¿Qué métodos existen para lavar el cabello? Hay hasta ocho. De ellos, 3-4 son los más comunes.
El lavado con champú es un método tradicional. Implica el masaje del champú en el cabello y el enjuague después de un rato. Este método es muy común entre personas a las que no les interesa el cuidado consciente del cabello y no saben lo importante que es el acondicionador. Si nos vemos obligados a utilizar este método -por ejemplo, a causa de la falta de tiempo-, deberíamos optar por un champú suave que no prive a nuestro cabello y cuero cabelludo de una capa lipídica protectora.
En vez de champú, puede usar acondicionador. El lavado del cabello con acondicionador es adecuado para el cabello seco, rizado y dañado que se estropearía con un champú limpiador. No sirve para el cabello graso ya que el acondicionador no retira bien el exceso de sebo ni limpia. Además, el acondicionador es más suave, no enreda ni deshidrata. Para este método, el mejor producto es un acondicionador con ingredientes sencillos, sin siliconas ni parafinas; su fórmula debe ser ligera. Hay que utilizar más cantidad de acondicionador que de champú; éste no hace tanta espuma, así que el lavado es menos eficaz.
Entre las mujeres, el método más común es el de champú y acondicionador. Es muy sencillo: lavarse el cabello, enjuagar el champú y poner un acondicionador que proteja el peinado y lo suavice. El acondicionador puede ser un producto sin enjuague o uno que se enjuaga antes de secar el cabello.
Es posible completar la rutina de lavado y acondicionamiento con dos productos que nutran el cabello. En primer lugar, se lava el cabello con un champú y se enjuaga. Después, aplicamos un acondicionador con enjuague. Para terminar, aplicamos el otro acondicionador, un producto cosmético sin enjuague que protege el peinado y facilita el estilizado.
Se pueden usar productos de todos los métodos, aunque en un orden distinto. En primer lugar, elija un acondicionador y póngaselo sobre el cabello seco o húmedo. Después, lave el acondicionador con un champú para purificar a fondo las hebras y eliminar fácilmente el acondicionador. Utilice este método, por ejemplo, si quiere eliminar un aceite con un acondicionador antes de lavarse el cabello con champú.
Se trata del método más recomendado por los profesionales. En él se combina el lavado con champú con el uso de un acondicionador dos veces. Primeramente, aplicamos una mascarilla capilar intensiva o un acondicionador. Posteriormente, lo lavamos con un champú. Tras limpiar el cabello, se aplica otro acondicionador, un cosmético ligero de protección y peinado.
Se puede usar un champú y un acondicionador alternativamente. El método consta de cuatro pasos. Limpie a fondo el cabello con un champú. Luego, aplique un acondicionador enriquecido y lávelo con el champú. Finalmente, proteja el cabello con un acondicionador ligero sin enjuague.
Se trata es uno de los métodos más comunes. De alguna manera, consiste en una técnica para aplicar un champú - se puede usar en cualquier método de lavado del cabello que implique el uso de champú. Tome un recipiente pequeño (taza, vaso, tarro), ponga un poco de champú y agregue agua, creando espuma. La mezcla se aplica sobre el cabello - proporciona un efecto de limpieza más delicado. A la vez, ahorramos producto.
* ¿El aceite capilar en lugar del acondicionador? En cualquiera de los métodos anteriores, puede sustituir el acondicionador con un aceite capilar o alternar ambos productos. Lo importante es que el aceite capilar se ajuste a la porosidad de su cabello (por ejemplo, realice una prueba de porosidad en línea) y que el tipo, la consistencia y las propiedades del aceite se adapten a sus necesidades.
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