Existen montones de ellos. Aceites esenciales. No sólo tienen los olores más espectaculares sino también un extraordinario poder terapéutico y acondicionador para la piel y el cabello. ¿Qué beneficios aportan los aceites esenciales? Verifique y averigüe cómo sacarles el máximo partido en su rutina de belleza, con el fin de aislar su piel de irritaciones indeseables.
A nosotros nos encanta apostar por productos naturales para el cuidado capilar y del cuero cabelludo ya que somos conscientes de que todo lo mejor nace de la naturaleza. No obstante, ¿lo natural es siempre sinónimo de seguro? En torno a los aceites esenciales existe una gran controversia: a pesar de que son famosos en el ámbito de la belleza y se incluyen en diversos productos capilares, hay quienes alertan sobre su potencial nocivo. ¿Cuál es la verdad?
Si se quiere enterar de lo que son los aceites esenciales y de cómo actúan, debe informarse de sus virtudes y examinar en qué se diferencian de los demás aceites.
Se trata de sustancias aromáticas altamente concentradas que se obtienen de plantas frescas o secas. Se puede extraer un aceite esencial de las hojas, las flores, las semillas, los tallos, las raíces y la corteza. ¿Cómo se consigue? Los aceites esenciales se obtienen mediante la destilación al vapor de partes escogidas de una planta. Ahora bien, también hay otras maneras de sacar aceites esenciales, como la filtración, la fitolización o la extrusión.
El modo de extracción de los aceites esenciales repercute en su consistencia. No resultan aceitosos, son fluidos y se asemejan más a un sérum acuoso que a un aceite. Como dato curioso, los hidrosoles son los subproductos de la extracción de los aceites esenciales.
Para el cuidado capilar, es posible recurrir a los aceites esenciales, ya que constituyen una mezcla concentrada de distintos componentes. Eso sí, no son los que se suelen encontrar en los aceites naturales prensados en frío. En vez de lípidos, vitaminas y minerales, cualquier aceite esencial se constituye mayoritariamente de aldehídos, ésteres, cetonas, alcoholes y terpenos.
En cualquier caso, los aceites esenciales poseen extraordinarias virtudes terapéuticas y curativas. Más allá de su uso en aromaterapia (concentrado de fragancias), se han incorporado a la cosmética porque:
A la hora de discutir sobre las ventajas de los aceites esenciales, debe tener en cuenta que no se disuelven en agua, sino que se mezclan con grasas y alcoholes. Por eso son habituales en la industria de la perfumería.
Los aceites esenciales naturales son muy usuales en el sector de la perfumería debido a que la fragancia de una planta específica -su delicioso aroma- queda impregnada en el aceite. Gracias a esta característica, los aceites esenciales gozan de gran popularidad en aromaterapia, baños o masajes relajantes y para apaciguar los nervios al final de una jornada agotadora.
Por otro lado, cada vez acudimos más a los aceites esenciales para el cuidado capilar y corporal. Por su efecto antibacteriano y antifúngico, son muy recomendables para el cuero cabelludo y el cabello con problemas.
Hay quienes remarcan que ser cuidadoso al emplear aceites esenciales para el cabello y la piel es la clave para no sufrir efectos irritantes. Es una pena, tienen razón.
Todo aceite esencial se tiene que emplear en cantidades escasas. Puesto que son activos y concentran muchas sustancias, podrían llegar a irritar la piel y el cuero cabelludo sensibles. A fin de cerciorarse de que un aceite esencial en concreto no le perjudicará, debe
- hacer una prueba de alergia en la muñeca el día anterior a su aplicación,
- diluir su aceite esencial en otro tipo de aceite, por ejemplo, aceite de argán o de almendras,
- usarlo en pequeñísimas cantidades, aumentando gradualmente si así lo desea.
Aceite de árbol del té - funciona para combatir bacterias, hongos y virus, de ahí que se incorpore a tratamientos anticaspa y de limpieza del cuero cabelludo.
Aceite de eucalipto - impide la proliferación de bacterias y aporta una placentera sensación de frescor, razón por la que se encuentra sobre todo en champús.
Aceite de lavanda - seguramente el aceite esencial más conocido, posee un efecto antiséptico, aplaca la irritación del cuero cabelludo, sana la inflamación, las infecciones por hongos y la caspa, y puede atenuar la caída del cabello.
Aceite de menta - aparte de servir como antiséptico, sirve como astringente, calma y aporta frescor, siendo un componente común en los champús purificantes intensos.
Aceite de romero - si bien es cierto que el romero nos recuerda a la cocina, también demuestra ser antiséptico y estimula el flujo sanguíneo, pudiendo así disminuir la caída del cabello.
Aceite de limón - desprende un aroma cítrico espectacular, pero al mismo tiempo aniquila las bacterias y los hongos, ejerce una acción astringente y refrescante, así que es recomendable buscarlo en champús y enjuagues para cabellos con caspa.
Aceite de naranja - se trata de otro aceite esencial de cítricos que posee un efecto bacteriostático, motivo por el cual es una acertada elección para combatir las infecciones cutáneas, mantener la hidratación del cuero cabelludo y regenerarlo. Este es el motivo por el que consigue resultados fabulosos cuando se emplea en tratamientos capilares.
Aceite de neroli - un toque de aroma cítrico, un toque de fragancia floral para conseguir un efecto relajante y regulador que obstruye la seborrea.
Aceite de cálamo - el menos común de los aceites esenciales. Aparentemente no es muy lógico, pues tiene un intenso potencial antiinflamatorio y favorece la circulación sanguínea, lo que acondiciona el cabello graso que suele caerse demasiado.
Aceite de cedro - es una versión etérea del aceite de pino. Presenta un poder aromaterapéutico y antiséptico más intenso.
Aceite de salvia - se extrae de las hojas de la salvia y sirve de maravilla en los champús para cabellos grasos, dado que no sólo ejerce un efecto antiinflamatorio, astringente y antiséptico, sino que además obstaculiza el sudor y el crecimiento de gérmenes patógenos.
Aceite de bergamota - refuerza el tratamiento contra la caspa y la secreción de sebo gracias a su propiedad antibacteriana, antifúngica y antiséptica, y agiliza la cicatrización de la epidermis lesionada, por ejemplo, en quienes sufren psoriasis.
Aceite de manzanilla - la célebre manzanilla a modo de aceite esencial remedia la inflamación y trae alivio, de ahí que sea habitual en aquellos productos que rebajan el enrojecimiento y la irritación del cuero cabelludo.
Son muchas las personas que no tienen ni idea de qué aceites esenciales escoger. Y además, como muchos de los aceites son muy parecidos, es raro que lleguemos a saber cuál es el más apropiado para nosotros.
La manera más sencilla es optar por productos ya preparados impregnados con aceites esenciales - champús, acondicionadores, lociones para el cuero cabelludo y enjuagues capilares. Muchas veces resulta la mejor solución, ya que la adquisición de un aceite esencial podría resultar muy cara por lo difícil que es producirlo; por ejemplo, para obtener un litro de aceite de rosas de alta calidad ¡hay que sacrificar hasta 200 flores! Por otra parte, cuando compra un producto ya preparado, no tendrá que preocuparse de si es adecuado para usted.
Pese a lo dicho hasta ahora, sin duda debería utilizar aceites esenciales puros para el cuidado capilar. Su uso puede solucionar un montón de problemas capilares, siempre y cuando su origen sea bueno y se empleen correctamente. Sí, así es, ¿cómo aplicar aceites esenciales al cabello y al cuero cabelludo? Échele un ojo a las maneras más sencillas.
Generalmente, a la hora de elegir un tratamiento capilar con aceites, optamos por aceites vegetales naturales prensados en frío. Si bien los aceites esenciales cumplen también esta función, no es posible aplicarlos por separado, sino que hay que mezclarlos con un aceite base (portador). La base del tratamiento de aceite capilar podría ser el aceite de coco o el aceite de argán. Los dos son magníficos portadores de nutrientes y válidos para cabellos de baja porosidad (coco) o de porosidad media/alta (argán). Se pueden aprovechar los aceites esenciales para tratamientos caseros para el cuero cabelludo y el cabello.
Estando ya lavando el cabello, se pueden incorporar aceites esenciales que acondicionan el cuero cabelludo y contribuyen a conservarlo limpio. En caso de que su champú no incluya aceites esenciales, no dude en añadirlos. Para 100 ml de cualquier champú bastan 10 gotas de un aceite esencial seleccionado: el aceite de menta piperita desprende un delicioso aroma a menta fresca.
Estos famosos enjuagues a base de hierbas resultan muy complicados de preparar: hay que poner las hierbas en infusión y enfriarlas. No obstante, elaborar un enjuague capilar con aceites esenciales es pan comido. Basta con agregar unas gotas del aceite esencial seleccionado y un poco de leche (emulsionante que impide que el aceite quede flotando en la superficie del agua) a un litro de agua tibia. Después de cada lavado, use este preparado para enjuagar el cabello y frótelo también en el cuero cabelludo.
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