¿Necesitas una mascarilla capilar pero no tienes tiempo para ir de compras? La solución está en tu cocina. Es un auténtico laboratorio de belleza, ¿lo sabías? Con miel, yema de huevo o Aloe, puedes hacer magia con un tratamiento reparador del cabello extremadamente eficaz y rico en nutrientes. ¿Qué son las mascarillas capilares caseras? ¿Son mejores que las de farmacia? ¿Cómo preparar una buena mascarilla capilar casera con ingredientes alimentarios?
Las mascarillas capilares naturales no contienen productos sintéticos, pero están repletas de sustancias activas naturales que revitalizan el cabello. Las mascarillas caseras son totalmente naturales, mientras que los productos ya preparados contienen alcoholes, estabilizantes y emulsionantes que prolongan ligeramente la duración de los cosméticos. Las mascarillas ya preparadas suelen conservarse unos tres meses desde su apertura. Lo malo es que suelen ser inadecuadas para el cuero cabelludo.
Las mascarillas de bricolaje tienen una vida útil mucho más corta: debes consumirlas enseguida. La próxima vez, simplemente busca ingredientes frescos en tu cocina y prepara una nueva mascarilla. Las mascarillas caseras aportan beneficios tanto al cabello como al cuero cabelludo. Como se pueden aplicar sobre el cuero cabelludo, el efecto se intensifica.
Las mascarillas caseras son muy diferentes. En primer lugar, eres tú quien controla el proceso de elaboración, por lo que sabes exactamente qué ingredientes y de qué calidad lleva.
En segundo lugar, una mascarilla casera puede adaptarse perfectamente al tipo y estado del cabello. No te arriesgas a comprar un frasco grande de mascarilla que no funcione con tu tipo de pelo y se quede acumulando polvo en las estanterías del baño. Lo mejor es que puedes hacer una mascarilla distinta cada vez, eligiendo varios ingredientes y comprobando cuáles funcionan mejor con tu pelo. ¿Una mascarilla de huevo o con levadura de panadero? No hay límites.
Otra diferencia se centra en la seguridad: las mascarillas caseras son seguras y totalmente naturales. Las mascarillas de las tiendas suelen contener parabenos, siliconas y, algo habitual en cosmética, alcoholes de cadena corta que deshidratan el cabello y provocan irritaciones en el cuero cabelludo. Si no eres experta en leer y analizar el INCI, una mascarilla casera es una mejor opción porque eres consciente de las sustancias que contiene tu tratamiento capilar, de la seguridad y de la naturalidad de los ingredientes.
LEVADURA: la fuente de biotina, vitaminas B, zinc, selenio, cobre, potasio, calcio, cromuro y fósforo. Fortalece el cabello, hace que los bulbos estén firmemente arraigados en los folículos, previene la caída del cabello, acelera su crecimiento.
HUEVO: la yema de huevo mejora brillantemente el estado del cabello, ya que contiene lecitina, fortalece e hidrata el cabello. Por otra parte, la clara de huevo bloquea la rotura del cabello y aumenta su volumen. Además, la yema es un emulsionante natural que aglutina los ingredientes de la mascarilla, así como abunda en sulfato, que se encuentra en la queratina, el componente natural del cabello.
ACEITES: constituyen la fuente de ácidos grasos, fitoesteroles y flavonoides que mejoran el estado del cabello, nutren los bulbos, evitan su caída y aceleran su crecimiento. Los aceites más valiosos en las mascarillas son el aceite de coco, el de ricino, el de argán y el de oliva, pero no hay reglas fijas: se pueden mezclar libremente varios aceites y comprobar cuáles son los mejores ingredientes en las mascarillas capilares. [Para muchas personas, el tratamiento con aceite capilar es como una mascarilla. Les gusta utilizar una mezcla bien compuesta de aceites que -al igual que una mascarilla, se aclara después de un tiempo prolongado.
AGUACATE: contiene más de 20 vitaminas y minerales, entre ellos vitaminas A, K, C, B1, B2, B3, B5, B6, E y potasio, ácido fólico, magnesio, cobre, hierro, zinc y fósforo. El aguacate es una increíble terapia capilar nutritiva que fortalece, frena la caída del cabello, cura la rotura y aporta densidad. Además, el aceite de aguacate prensado en frío conserva todas las propiedades del fruto.
ALOE VERA: un humectante que hidrata, atrae el agua y la retiene en el cabello. El aloe suaviza el cabello y cierra las escamas de la cutícula, facilita el peinado, fortalece el cabello dañado y aporta un brillo increíble, además de prevenir la electricidad estática. Además, potencia los tratamientos anticaspa. Es una fuente de polisacáridos, vitaminas A, B, C, carotenos y minerales (cromo, magnesio, manganeso, calcio, sodio, hierro, cobre, fósforo y zinc).
LINAZAS: contienen muchas vitaminas (A, B1, B2, B3, B6, C, D, E, K), proteínas, fibra y minerales como hierro, magnesio, calcio y zinc. Gracias a que están repletas de nutrientes, las semillas de lino garantizan el máximo realce, hidratación, volumen y brillo del cabello. El cabello crece más rápido y adquiere un brillo natural, el color no se desvanece.
MIEL: un fuerte antioxidante que refuerza y regenera el cabello dañado. Activa el crecimiento del cabello, reduce la rotura, previene las infecciones del cuero cabelludo, tiene un efecto antiséptico, fija el cabello teñido, sobreprocesado y muy seco.
ÁCIDO HIALURÓNICO: ingrediente clave en el cuidado de la piel y el cabello. Hidrata y fija las moléculas de agua, por lo que protege contra los daños y la deshidratación. El ácido hialurónico es un ingrediente natural de todos los tejidos del cuerpo humano. Ideal para el cabello seco, lo protege de la ruina. Añadido a los productos de la tienda, el ácido reduce el efecto deshidratante de los detergentes.
PLATANO: fuente de vitaminas A, B, C, y mucha vitamina E que repara el cabello, estimula los folículos y mantiene sano el cuero cabelludo. Los plátanos contienen bastantes minerales, zinc, hierro, calcio y potasio, que combaten la sequedad y la caída del cabello. Son fuertes antioxidantes y regeneran eficazmente las hebras dañadas.
PARAFINA LÍQUIDA: mejora instantáneamente el aspecto del cabello, aportándole suavidad y brillo y haciéndolo más manejable. Deja una capa microscópica que se acumula en el cabello y engrosa ligeramente la estructura capilar, aumenta el volumen y reduce los enredos. [La parafina líquida también evita la electricidad estática. Lamentablemente, puede apelmazar el cabello e irritar el cuero cabelludo.
GELATINA: un laminado natural revolucionario que aumenta el brillo, alisa el cabello y mejora su aspecto de inmediato. La gelatina es una fuente de colágeno proteico, esencial para fortalecer los bulbos pilosos, reducir la rotura y bloquear la caída del cabello.
Mezcla con precisión todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave parecida a la mantequilla. Reparte la mascarilla por todo el cabello, sin olvidar el cuero cabelludo. Aplícala sobre el cabello seco o húmedo, tú decides. Masajea suavemente el cuero cabelludo para estimular el flujo sanguíneo: es relajante y hace que los nutrientes penetren más rápidamente. Por último, ponte una toalla o un gorro de ducha y deja actuar el producto durante una hora aproximadamente. Para terminar, lávate el pelo.
Se trata simplemente de un tratamiento capilar a base de aceites conocido en todo el mundo. Al aplicar los aceites en el cabello y el cuero cabelludo, recuerda que deben ir con tu tipo de pelo, o porosidad. Puedes mezclar aceites naturales por tu cuenta o decantarte por una mezcla profesional de aceites ya preparada, por ejemplo, una de las tres versiones de [Nanoil Hair Oil].
Mezcla la clara y la yema de huevo (1 ó 2 huevos, los cabellos más largos necesitan más producto) hasta obtener una pulpa homogénea. Aplícala sobre el cabello y el cuero cabelludo, dejándola actuar unos 20-30 minutos. A continuación, acláralo bien con agua fría y lava el cabello con champú. Por último, pero no menos importante, no dudes en aplicar tu acondicionador favorito o utilizar un [enjuague capilar] casero.
Puedes mezclar una mascarilla de huevo con otros ingredientes naturales para intensificar el efecto, por ejemplo, con un aceite natural, gel de linaza, yogur natural o Aloe. Combínalos en las proporciones adecuadas para que no quede demasiado líquida.
Mezcla los ingredientes y aplícalos sobre el cabello (si no ha cubierto todo el pelo, vuelve a mezclar la miel con el zumo de limón en las mismas cantidades). Aplica el tratamiento sobre el cabello y el cuero cabelludo húmedos: esta mascarilla de bricolaje acidifica eficazmente el cuero cabelludo y mantiene el equilibrio del pH, por lo que el cabello deja de estar graso mientras que la piel se mantiene limpia y fresca. Retira la mascarilla tras unos 15-20 minutos.
Enriquece tu mascarilla de miel añadiendo otros productos, como plátano machacado o aceite de oliva (calienta el aceite a unos 40 grados centígrados) y ácido hialurónico, que aumenta el nivel de hidratación.
El tratamiento a base de aguacate es una terapia revolucionaria para nutrir el cabello que, además, le da más brillo y lo deja suave como la seda. Prepara
Mezcla los ingredientes: aplasta un aguacate con un tenedor o mézclalo en una batidora para obtener una pulpa suave. Aplica la mascarilla sobre el cabello y el cuero cabelludo, aclárala después de 20-30 minutos y utiliza un champú suave.
Mezcla todos los ingredientes (el aceite de coco es bastante sólido, así que caliéntalo un poco para que quede más fluido). Deja la mascarilla en el pelo durante unos 30 minutos y después aclárala y lávate bien el pelo.
El gel de linaza es la mascarilla capilar casera más fácil de hacer. Vierte un poco de agua tibia sobre 4 cucharadas de semillas de lino. Cuanto más largo sea el pelo, más gel y semillas necesitarás para cubrir uniformemente el pelo y el cuero cabelludo. Reserva la mezcla para la noche. Cuando te despiertes, tu gel de linaza estará listo para usar. Escurre las semillas (no dudes en utilizarlas para exfoliar la piel) y aplica el gel sobre el cabello y el cuero cabelludo. La mascarilla de linaza funciona un poco como un tratamiento de laminación capilar. Puedes mejorar el efecto mezclando el gel con miel, un aceite prensado en frío, ácido hialurónico o zumo de limón.
Existen multitud de recetas de mascarillas y tratamientos capilares caseros. Todo depende de la inventiva y la imaginación de la persona que las elabora. Muchas personas enriquecen sus mascarillas capilares con aceites esenciales, hidrosoles de plantas, infusiones de hierbas, arcillas naturales o vitaminas líquidas. Sin embargo, si eres principiante en esto de las mascarillas capilares, empieza usando sólo unos pocos ingredientes para saber si a tu pelo le gusta un determinado tratamiento y descartar fácilmente las sustancias poco recomendables.
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