CABELLOS DEL MUNDO. PARTE 6: Cuidado capilar al estilo de Oceanía y Australia

¿Sueña con lucir un cabello espléndido? ¡Vaya a Australia! Ahí podrá encontrar ingredientes acondicionadores completamente naturales y potentes, que no abundan en ningún otro lugar del mundo. Australia al igual que los países de Oceanía son "países vegetales" concretos con la mayor cantidad de endemismos del mundo.

Pues bien, el continente más pequeño del mundo constituye no sólo el llamado paraíso de los surfistas, los aficionados al submarinismo en el mayor arrecife de coral, los megalómanos (la ópera de Sydney) y... las avestruces... Los australianos dan mucho valor a los productos autóctonos, que por su calidad son de los mejores del mundo. ¿Qué aspecto tiene el cuidado del cabello australiano a la vista de estos datos?

EL CABELLO EN DIFERENTES RINCONES DEL MUNDO PARTE: 6 - OCEANÍA Y AUSTRALIA

¿Qué se puede aprender de las mujeres que viven en Oceanía y Australia?

AUSTRALIA - CUIDADO CAPILAR 

El más extraño y pequeño continente del mundo asombra por la abundancia de plantas autóctonas y aceites originales que jamás se encuentran en ningún otro lugar. Por eso, las mujeres de Australia presumen de su pasión por el cuidado de su belleza. Al disponer de tal diversidad de asombrosos elementos a su alcance, prefieren no recurrir a productos al azar, pues valoran la calidad y las materias primas orgánicas, a ser posible autóctonas. En Australia sorprende su extensa oferta de productos de belleza naturales, derivados de la flora local. Es tan amplia su variedad que la descripción de todas las plantas, algas, aceites, arcillas y minerales marinos equipararía a la enciclopedia. Hoy vamos a hablar de los elementos específicos más famosos que se usan en Australia para el cuidado capilar.

La Ciruela de Kakadu nace en las zonas septentrionales de Australia; se trata de una fruta con más vitamina C que las naranjas de Florida. Para la piel maltratada por los rayos UV es una salvación, se trata de un extraordinario antioxidante que da luminosidad y protege la piel y el cabello de la contaminación y las condiciones climáticas dañinas. La ciruela de Kakadu "cura" el cuero cabelludo y consigue regenerar óptimamente el cabello. También previene su envejecimiento y retrasa la aparición de canas.

Pata de Canguro (anigozanthos) - ¿a qué se debe su nombre? Su forma tubular está recubierta de un vello aterciopelado y presenta lóbulos puntiagudos que se parecen a una pata de canguro, lo que explica su nombre. Por fortuna, no huele a canguro - el anigozanthos desprende un agradable aroma y es un excelente ingrediente de los acondicionadores capilares. La pata de canguro da suavidad al cabello y le aporta vitalidad y elasticidad.

Algas Marinas Australianas - gracias a que son ricas en nutrientes muy nutritivos y regeneradores, se podrían denominar las "verduras marinas". Niacina, tiamina, riboflavina, proteínas, vitamina A, C, E, K, PP, hierro, calcio, yodo, cobre, flúor, fósforo, zinc - es decir, toda la galaxia de todo aquello que el cabello precisa para conservar su asombroso resplandor, salud y evitar el adelgazamiento. Las algas suponen un ingrediente habitual para el cuidado no sólo del cabello, sino de todo el organismo. Además, se incorporan con gusto a la dieta y se toman como uno de los superalimentos que suplementan las carencias de vitaminas y minerales. Vale la pena "alimentar" al cabello con ellos - pues constituyen el extraordinario tratamiento que nutre e intensifica el asombroso aspecto del cabello.

La Corteza del Cerezo Silvestre Australiano - un insustituible componente de acondicionadores y champús. Da al cabello una excepcional elasticidad y fuerza, lo deja brillante y bien nutrido, y al mismo tiempo le suministra numerosos micronutrientes y vitaminas (hierro, cobre, cobalto, zinc, magnesio y manganeso, y vitaminas C y E). Así, la corteza del cerezo silvestre australiano mejora el estado del cabello y deja un maravilloso e intenso aroma floral.

Melocotón Silvestre Australiano - El melocotón silvestre recibe el nombre de "quandong" por parte de los aborígenes, quienes pretenden resaltar su singularidad e inimitabilidad con esta nomenclatura tan distintiva. De hecho, el extracto de melocotón silvestre contiene una sustancia muy apreciada que nutre e hidrata el cabello intensamente, realzando su brillo y realzando su color. El melocotón silvestre australiano es a menudo un ingrediente clave de acondicionadores y champús creados para cabellos teñidos y rebeldes.

Polvo de perlas - A las mujeres de Australia se les atribuye el título de expertas en perlas: llevan décadas siendo el mayor productor y exportador mundial de resplandecientes joyas marinas. Desde hace más de 4.000 años el polvo de perlas es bien conocido y hasta la fecha aún no se conoce nada que ofrezca un brillo tan sutil y al mismo tiempo mejore óptimamente la apariencia del cabello y la piel. Gracias a su contenido en más de 20 aminoácidos, el polvo de perla pertenece a las células de nuestro cuerpo y, asimismo, constituye una importante fuente de una sustancia llamada conquiolina, lo que vendría siendo la queratina humana (el material estructural clave que compone el cabello). Por otra parte, el polvo de perla promueve el nivel de melanina (retrasa la aparición de canas), controla la secreción de sebo previniendo el exceso de grasa en el cuero cabelludo, cura las quemaduras, da protección contra los efectos dañinos de la contaminación ambiental y regenera e hidrata el cabello, puliéndolo espléndidamente.

Aceite de Jojoba Australiano - A los australianos les apasiona someterse a tratamientos capilares a base de aceites. En sus rutinas de cuidado capilar, los aceites naturales y esenciales forman parte permanente. Se decantan con ilusión por aquellos productos ya preparados a base de aceites, y el aceite de jojoba se perfila como el más utilizado en el continente. Procedente de matorrales autóctonos que se cultivan en un clima limpio y desértico, la jojoba resulta un aceite excepcional: es ligero, de rápida absorción, no sobrecarga el cabello, posee escualeno encargado de regular el trabajo de las glándulas sebáceas, aumenta la fuerza, la elasticidad y la luminosidad del cabello. [El aceite de jojoba] forma parte de las sustancias de cuidado más asombrosas. No sólo se puede usar en el cuidado capilar, sino que todo el cuerpo y la cara se beneficiarán de él, ya que se revitaliza la piel y alivia el acné.

Aceite de pili (canarium ovatum) - este aceite prensado en frío obtenido de las nueces de pili es muy estimado por los habitantes del continente y está considerado más valioso y saludable que el aceite de oliva. Este aceite sin refinar es utilizado por los australianos sobre todo para el tratamiento capilar. Tiene un alto contenido en ácidos grasos omega, varios minerales importantes (hierro, magnesio, proteínas y vitaminas E, A y los 8 aminoácidos esenciales). Se puede emplear solo o en combinación con otros aceites naturales. Asimismo, se utiliza habitualmente para matizar las arcillas minerales y, bajo este aspecto, hace maravillas como mascarilla regeneradora del cabello.

Lúpulo australiano - desde hace décadas es apreciado no sólo para la producción de cerveza, sino como un ingrediente estupendo para reforzar el cabello. Para reforzar el bulbo piloso, estimular el crecimiento del cabello, hidratar y mejorar la estructura de las hebras, el lúpulo australiano es un método muy eficaz. Igualmente, el lúpulo australiano suprime el mal de caspa, incorpora cualidades antibacterianas, controla la seborrea y pule a la perfección. No es nada raro que los australianos sepan apreciar el lúpulo en el cuidado diario del cabello. Se puede emplear como infusión a base de conos de lúpulo, o bien buscar productos para el cuidado capilar que incluyan extracto natural de lúpulo.

Ginseng australiano - se trata de un ingrediente de gran valor para el cabello delgado y debilitado, carente de energía, vitalidad y elasticidad. Gracias a sus virtudes rejuvenecedoras, el ginseng se utiliza frecuentemente en productos para el cuidado del cabello en edad madura. Por otra parte, es un magnífico ingrediente en distintos sérums nutritivos y regeneradores para las puntas del cabello. También se usa el ginseng como macerado para crear un aceite natural único. Casi siempre, la raíz del ginseng australiano se impregna en aceite de coco o de jojoba. La lubricación del cabello mediante el macerado de ginseng favorece el trabajo del bulbo, impide la caída del cabello y fomenta su crecimiento.

Australia se caracteriza por el uso apasionado de los aceites esenciales, no sólo con fines aromaterapéuticos. Frecuentemente se incorporan a los cosméticos para incrementar sus efectos curativos. ¿Qué aceites esenciales australianos son los más conocidos para el cuidado capilar?

Aceite de fragonia (agonis fragrans) - resulta ser un aceite esencial muy famoso que puede incorporarse a mascarillas y acondicionadores capilares. Se combina igualmente con aceites naturales para reforzar sus efectos antibacterianos y desinfectantes. Aplicado sobre el cuero cabelludo, el aceite de fragancia diluido controla el nivel de secreción de sebo, combate la caspa y la inflamación de la piel. Se trata de un ingrediente habitual de las mezclas de aceites que fomentan el crecimiento del cabello y aportan alivio al cuero cabelludo.

Aceite de sándalo australiano - aparece en los antiguos libros de medicina indios y se remonta a la época de Cleopatra, siendo uno de los aceites más antiguos del mundo. En Australia crece una variedad especial de sándalo, el santalum spicatum, en grandes extensiones. Posee virtudes antimicrobianas superiores a las del aceite del árbol del té, conocido en todo el mundo. El aceite de sándalo es habitual en champús limpiadores y seborreguladores. Tranquiliza la inflamación de la piel y refuerza la limpieza del cuero cabelludo.

Aceite Esencial de Niaouli, un aceite nativo extraído de las hojas y ramitas de la planta del mismo nombre, actúa de forma parecida. Demuestra potentes virtudes antisépticas, acaba con los hongos y presenta propiedades antiinflamatorias, tonificantes y antibacterianas. Podemos encontrarlo incorporado a champús y cremas faciales. El niaulí tiene fama de ser un aceite que potencia al máximo el sistema inmunitario y mitiga los síntomas de la alergia, así que es un complemento "agradecido" para los productos de cuidado del cabello sensible.

Un aceite desinfectante, cicatrizante y calmante de la inflamación es el obtenido del eucalipto. El aceite de eucalipto contribuye a la limpieza del cuero cabelludo, actúa contra la caspa y el acné, lustra el cabello y lo deja suave y elástico.

Aceite esencial de Ylang Ylang (aceite del árbol Ylang Ylang) - se trata de otro aceite esencial que goza de gran popularidad en todo el mundo. Su olor resulta muy afrodisíaco, aunque también contiene potentes virtudes embellecedoras y acondicionadoras. El aceite de Ylang Ylang combate la calvicie, fomenta el crecimiento de los folículos pilosos, agiliza la cicatrización de heridas e irritaciones y controla la seborrea del cuero cabelludo. Los australianos incorporan unas gotas de esta valiosa sustancia a sus mascarillas y acondicionadores capilares o nutren los cosméticos a base de arcilla y los [hidrolatos capilares].

En Australia, el aceite esencial de mirto anisado es uno de los aceites más famosos. Sin duda, para el cuidado capilar, las mujeres lo emplean gustosamente, ya que potencia su crecimiento, limpia óptimamente el cuero cabelludo y refuerza la circulación sanguínea subcutánea. Además, sirve para estimular y vigorizar los bulbos pilosos, razón por la que a menudo se incorpora a todo tipo de ampollas que evitan el debilitamiento del cabello y refuerzan los folículos pilosos. Otra característica del aceite de mirto anisado, muy alabado por las mujeres, es que, si se aplica sobre el cepillo o el peine, desenreda y doma los mechones rebeldes.

OCEANÍA - CUIDADO CAPILAR 

Otros 13 países insulares rodean Australia, y pueden presumir de un clima tropical y totalmente puro, sin smog ni aire contaminado. En los países de Oceanía existen especies raras y exóticas de plantas que se aprovechan frecuentemente en cosmética y medicina.

La palma de coco está considerada la planta más famosa que se cultiva en las islas tropicales y que se conoce igualmente en muchas otras regiones cálidas del mundo. Para su uso culinario y en cosmética (es el ingrediente más común de champús, acondicionadores y mascarillas capilares) se recurre al aceite de coco. No obstante, también existen plantas poco habituales en otros continentes. Nueva Zelanda (al igual que algunas zonas de Australia) ostenta una fruta extraordinaria: el tamarillo, llamado también tomatera, no es en realidad una hortaliza. Se trata de una fruta tropical australiana muy valorada por su sabor inusual y sus propiedades antienvejecimiento. Los procesos de envejecimiento del cabello y la piel se retrasan, el tamarillo es una fuente valiosa de vitamina A, protectora frente a los radicales libres, al tiempo que la vitamina C contribuye a la producción de colágeno y refuerza la estructura de los vasos sanguíneos. El tamarillo, lo mismo que el tomate tradicional "autóctono", posee una elevada concentración de potasio, que frena la caída del cabello y fortalece los bulbos pilosos debilitados. Se puede aplicar sobre el cabello, la cara y el cuero cabelludo como una papilla espesa, frecuentemente impregnada con unas gotas de aceites naturales.

El aceite de semillas de borraja goza de gran fama gracias a sus propiedades calmantes y antienvejecimiento, indicado para el cuidado de la piel y el cabello de las personas maduras, mundialmente conocido y cultivado masivamente en Nueva Zelanda. Se trata de un poderoso antioxidante, que también se recomienda para el cuidado del cabello teñido y decolorado.

En todos los estados insulares se agradece y aprovecha el poder ventajoso de las algas marinas - de esta región del mundo se pueden hallar hasta una docena de diferentes variedades que se integran en la dieta y se aprovechan como cosmético con poderosas virtudes regeneradoras útiles para la piel y el cabello.

El extracto de harakeke es otro de los cosméticos más conocidos de la región neozelandesa - frecuentemente se agrega a champús o enjuagues capilares, y es célebre gracias a sus propiedades cicatrizantes y tonificantes. Su misión principal es aportar alivio a la piel irritada o sensible, aligerar las quemaduras y ocuparse de manera perfecta de los cabellos pesados, gruesos y sin volumen.

Gracias a sus virtudes calmantes y suavizantes, el macerado de aceite de oliva y plantas de kawakawa se emplea asimismo en champús indicados para el cuero cabelludo sensible. Cuenta con atributos analgésicos y antiinflamatorios, y protege el cuero cabelludo del sol fuerte y las altas temperaturas.

Prácticamente en toda Oceanía y gran parte de Australia existen bosques tropicales y una gran diversidad de eucaliptos, que son agentes muy apreciados en cosmética y aromaterapia. Dicho aceite de eucalipto constituye uno de los componentes más empleados en el cuidado del cabello pesado y graso.

Otra planta propia de la región de Nueva Zelanda la constituye el lino neozelandés (muchas veces llamado cáñamo neozelandés). El aceite prensado a partir de las semillas de esta planta es particularmente estimado en el cuidado capilar. Recibe el nombre de aceite de semilla de harakeke y goza de gran popularidad gracias a su elevada concentración de ácido linoleico omega-6. El aceite de semillas de harakeke representa una importante fuente de fitoesteroles que estimulan la síntesis de colágeno, previenen la caída del cabello y le dan fuerza en todo su largo, desde los bulbos hasta las puntas.

Asimismo, podemos contemplar la sorprendente riqueza vegetal de Nueva Caledonia (la isla es el "hogar" de 2551 plantas endémicas). Cabe destacar las inusuales y únicas coníferas, de las que muchas especies están protegidas. Con las semillas se fabrican aceites esenciales que normalmente se mezclan con el famoso aceite de coco o de jojoba.

Para el cuidado capilar también son apreciados el ébano y el ya mencionado sándalo. Son cultivados sobre todo en la región de las Islas Salomón. El ébano se emplea no sólo para la fabricación de muebles y esculturas. Sucede que el extracto de ébano presenta extraordinarias propiedades anticelulíticas y favorece la circulación sanguínea subcutánea. Asimismo, si se emplea sistemáticamente en forma de loción para el cuero cabelludo - ayuda a mejorar el crecimiento del cabello y protege los bulbos de la caída. Además, ejerce una acción antienvejecimiento y protege contra los radicales libres.

Por su parte, Samoa puede presumir de tener un cultivo masivo de una planta llamada colocasia esculenta, popularmente llamada taro. Diversas partes de ella tienen un amplio uso en medicina: para el cuero cabelludo irritado, todas las úlceras y la inflamación de la epidermis, el taro es un remedio perfecto. Posee impresionantes propiedades cosméticas: el taro es rico en azúcares, oligopéptidos y flavonoides. Sus componentes activos estimulan enérgicamente el metabolismo celular: de ahí que los extractos de la planta se apliquen para tratar problemas asociados al adelgazamiento y debilitamiento del cabello. El taro resulta también idóneo como ingrediente de cremas regeneradoras y mascarillas faciales.

Aparte de su asombroso sabor, las frutas exóticas de las regiones de Oceanía se aprecian frecuentemente por su riqueza en vitaminas, minerales y aminoácidos. Llegan a ser componentes de mascarillas naturales y se mezclan con aceites naturales para nutrir el cabello y la piel. Entre las frutas más cultivadas en Kiribati están los plátanos, los jackfruit y los melones. Además de alimentos nutritivos, son cosméticos naturales que benefician al cuerpo y al cabello.

¿Ingredientes tropicales y exóticos para el cuidado del cabello? Quien busque innovación y desee experimentar algo nuevo puede recurrir a los aceites naturales autóctonos de Australia y a sus extractos vegetales únicos, cuyo efecto le sorprenderá. Si tenemos en cuenta que el lubricado capilar constituye un ritual bastante popular en todo el mundo, tantas mujeres no pueden estar equivocadas: ¡los aceites naturales son el mejor cuidado que se le puede dar al cabello!