Champú. Una forma poco habitual de hablar de los cosméticos "de siempre"

Champú. Una forma poco habitual de hablar de los cosméticos "de siempre"

Un producto imprescindible para el cuidado del cabello. Sin duda, nadie puede prescindir de un champú, especialmente quienes desean lucir unas hebras bonitas (y limpias). Sin embargo, resulta sorprendente que todavía sepamos poco sobre este producto y que esta falta de conocimiento nos haga elegir a menudo cosméticos inadecuados que no se adaptan a nuestro tipo de cabello. Es una lástima porque el cuidado del cabello y su buen estado comienza con un champú - este es uno de los cosméticos capilares más utilizados por lo que no debemos aceptar ningún compromiso en este caso. Hay que darse cuenta de que el uso de un buen champú es el primer paso hacia un cabello sano. ¿Cómo encontrar el champú adecuado? ¿Qué ingredientes deben evitarse en los champús? ¿En qué hay que fijarse al comprar un champú y cómo adecuarlo al tipo de cabello de cada uno?

La palabra "champú" suena parecida en muchos idiomas. Su antecesora es una palabra hindú chāmpo que significa masaje del cuero cabelludo. Lo cierto es que fue hace casi más de 100 años cuando los hindúes ya podían presumir de tener uno de los mejores cosméticos para lavarse el pelo. Se trataba de unos polvos de una planta llamada Shikakai y de nuez de Reetha, que no sólo devolvían la frescura al cabello, sino que también lo acondicionaban. Hoy en día, el Shikakai se considera una alternativa a los champús químicos disponibles en todas las droguerías. Cuando se trata de masajes, este tratamiento debe ser muy apreciado por quienes se preocupan por tener bulbos pilosos fuertes y sanos.

En la actualidad, existen muchas versiones de champús para que pueda elegir el que mejor se adapte a sus necesidades capilares. Por eso, las marcas de cosméticos ofrecen champús para cabellos finos, gruesos (tiesos), privados de brillo, rubios u oscuros, teñidos o aclarados, grasos o deshidratados, afectados por la caspa... todo el mundo puede apañárselas para encontrar el producto adecuado.

Sin embargo, el secreto de un buen champú no reside más bien en su finalidad, sino más bien en su composición y en la forma en que ha sido elaborado. La versión más popular es, naturalmente, el champú líquido, pero no es la única faceta de este producto. Merece la pena conocer los tipos de champús y su finalidad, así como la acción que ejercen. Esto puede arrojar nueva luz sobre la cuestión del cuidado del cabello.

Champú para el pelo y sus tipos

● Champú líquido: conocido por todos, es el tipo de champú más popular. Fue creado por la marca Schwarzkopf y casi de la noche a la mañana desbancó a su anterior competidor, que era un champú en polvo. La versión líquida del champú se elabora principalmente a partir de una solución de jabón insecticida o amoniacal, completamente disuelta en agua. Estos detergentes son los responsables de crear espuma. Para evitar la deshidratación del cabello, la solución de jabones, y la propia composición, se enriquecen con soluciones tampón de reacción ácida, así como con sustancias acondicionadoras que se encargan de dotar al cabello de brillo y aspecto saludable (se dividen en productos que aportan brillo y antiestáticos).

● Champú seco: los que consideran que el champú seco es un invento de los últimos años se equivocan. El champú seco es bien conocido desde hace siglos y lo cierto es que los primeros champús tenían la misma forma "seca" (por ejemplo, Schwarzkopf introdujo en el mercado sus primeros champús en forma de polvo cerrado en bolsitas; el polvo hacía espuma al mezclarse con agua). El primer champú en seco que no requería el uso de agua, Minipoo, vio la luz en los años 40 del siglo XX, cuyo rostro era Twiggy, una de las modelos británicas más famosas de la época, conocida por marcar tendencias de belleza. El fabricante anunciaba el producto como una alternativa para limpiar y refrescar el cabello cuando no era posible limpiarlo de la forma habitual. También se suponía que Minipoo era adecuado para los niños porque no picaba en los ojos. Este champú de los años 40 estaba hecho de talco cuya función era absorber el sebo del cabello. Los champús actuales se presentan en frascos con atomizador, gracias al cual es más fácil pulverizarlos uniformemente por todo el cabello. Ahora, basan su acción en un almidón ligero y delicado. Un buen champú seco tiene cualidades refrescantes y acondicionadoras (gracias a la queratina, las vitaminas y los aceites) y no contiene sales de aluminio, siliconas ni parabenos.

● Champú micelar: se trata de un producto bastante nuevo. Resultó que fue una loción limpiadora micelar normal la que inspiró a los productores a crear un champú micelar. Fueron la eficacia y el carácter innovador de la loción micelar limpiadora lo que motivó a los creadores a combinar sus características con un champú. Como no es difícil adivinar, el champú micelar cuenta con micelas - moléculas muy precisas en su rendimiento, que atraen las toxinas y la suciedad sin alterar tanto la estructura lipídica del cuero cabelludo como los lípidos que son los componentes naturales del cabello.

● Champú limpiador en crema: en la mayoría de los casos se trata de un producto dermatológico especializado que, debido a su forma, es adecuado para el cuidado de pieles excepcionalmente sensibles. Los champús en crema pertenecen al grupo de productos delicados que facilitan los procesos de curación del cuero cabelludo problemático con síntomas de dermatitis atópica, psoriasis y caspa crónica. Además, los champús en crema limpiadores son capaces de eliminar la sensación de picor constante del cuero cabelludo, calmar la piel y hacer frente a la exfoliación excesiva e incontrolada de la epidermis.

Además, el champú en crema también es útil cuando se trata de la tendencia "No Poo" que depende de renunciar a todas las posibles sustancias químicas incluidas en los cosméticos (principalmente agentes productores de espuma). Cabe destacar que el champú en crema no contiene laurilsulfatos de sodio, siliconas, colorantes ni parabenos. Además, este tipo de champú deja el cabello perfectamente limpio y purifica el cuero cabelludo, aunque, como ya se ha mencionado, no contiene agentes formadores de espuma. Por último, pero no menos importante, su aplicación se asemeja al uso de un acondicionador para el cabello.

● Champú sin aclarantes: en primer lugar, en términos de aplicación, este producto puede compararse con un champú en seco. A menudo, los champús sin aclarado se presentan en botellas con pulverizador. En cuanto a su composición, no contienen talco ni polvos, son más bien fluidos y contienen sustancias vegetales. El champú sin aclarado también se utiliza en hospitales porque no irrita ni provoca alergias. Además, el champú sin aclarado es muy cómodo de usar. Basta con pulverizarlo sobre el cabello, masajear el cuero cabelludo y secarlo con una toalla. Se supone que este tipo de producto, a pesar de sus cualidades refrescantes, acondiciona las hebras sin alterar la barrera lipídica natural.

● Champú a base de aceite: es un grupo especializado y poco conocido de champús. Se producen a partir de aceites naturales como, por ejemplo, ricino, soja, parafina y diversas ceras (p. ej., cera de abeja). Estos champús carecen de agentes formadores de espuma. Básicamente, se recomiendan para cabellos dañados y secos, y deben aplicarse como los aceites capilares naturales (el uso del champú a base de aceite se asemeja al tratamiento capilar con aceite). Para aclararlo, el champú a base de aceite debe frotarse en el cuero cabelludo y en toda la longitud del cabello para aclararlo al cabo de 30 minutos con agua tibia. Una vez finalizado el procedimiento, el cabello queda fresco y suave. Es importante mencionar que el champú a base de aceite no debe usarse con demasiada frecuencia porque tiene cualidades fuertemente labiales que pueden sobrecargar el cabello.

● Champú de doble uso: en otras palabras, es un champú que combina las características de un champú normal y de un acondicionador. Con frecuencia, un producto de este tipo se denomina cosmético 2en1. Este tipo de champú ha sido diseñado para ahorrar tiempo y nutrir el cabello durante el lavado. De hecho, los champús de doble uso son cómodos de usar, aunque resultan un poco controvertidos. En primer lugar, no son adecuados para todos los tipos de cabello y su uso frecuente puede no sólo apelmazarlo, sino también irritar el cuero cabelludo. Además, la acción del champú de doble uso es que, por un lado, levanta las cutículas del pelo (típico de un champú) y, por otro, las cierra para suavizarlo (típico de un acondicionador). En otras palabras, el champú 2en1 combina dos preparados completamente diferentes que excluyen la acción del otro. Es mejor no utilizarlos simultáneamente.

● Champú alcalino: se trata de un producto distinto. En primer lugar, hay que decir claramente que no debe utilizarse constantemente, ya que la tarea de este champú es limpiar a fondo y de forma realmente intensa el cabello, incluso sus estructuras internas. Los peluqueros suelen utilizar el champú alcalino antes de los tratamientos especiales de peinado para nutrir las hebras en profundidad. Para facilitar que las sustancias nutritivas y regeneradoras penetren en el cabello, hay que limpiarlo con precisión, y el champú alcalino es perfecto para ello porque, además, abre las cutículas capilares. A menudo, después de una limpieza tan precisa, es necesario tratar el cabello con productos especiales que reponen los lípidos, acidifican y cierran las cutículas capilares. También hay que tener en cuenta que el champú alcalino puede parecer perfecto para utilizarlo antes de exponer las hebras a un tratamiento capilar con aceite, ya que facilita la penetración de las moléculas del aceite en las hebras. En realidad, una vez al mes, se sugiere realizar un tipo especial de procedimiento de engrasado del cabello que se combina con el tratamiento muy alcalino.

Composición del champú. ¿A qué hay que prestar atención?

Otro punto crucial que hay que conocer es la lista de ingredientes de un champú determinado.

¿Qué elementos de la composición determinan si un determinado champú es bueno, pero qué elementos deben evitarse?

¿Cómo reconocer si un champú es bueno para nuestro cabello y, lo que es aún más importante, si es seguro para el cuero cabelludo?

En primer lugar, la cualidad más importante de un buen champú que hay que mencionar es que no debe ejercer una acción comedogénica sobre el cuero cabelludo. Para aclararlo, no puede contener sustancias sintéticas, agentes intensamente irritantes ni derivados del petróleo. Por lo tanto, es aconsejable comprar champús cuya composición se base en sustancias naturales y delicadas; champús que carezcan de parabenos, siliconas, sustancias SLS y SLES, alcoholes deshidratantes de cadena corta, así como siliconas pesadas y no volátiles. Merece la pena tener en cuenta qué ingredientes evitar.

Lista de ingredientes que pueden ejercer una acción adversa sobre el cabello:

  • Lauril sulfato sódico, SLS; Laureth sulfato sódico, SLES: detergentes muy irritantes que obstruyen los poros de la piel. Además, son capaces de penetrar en la sangre y pueden dañar las capas protectoras del cabello, lo que aumenta su fragilidad.
  • Metil, etilpropil, butilparabenos, o simplemente parabenos: provocan inflamaciones de la piel y penetran en la sangre.
  • Propilenglicol, Propilenglicol, PG Xilenglicol: es un grupo de glicol que puede ser altamente tóxico para el cuerpo humano. Por lo tanto, hay que asegurarse de que no entran en el organismo en abundancia.
  • Aceite mineral, petrolato, aceite de parafina: es un conjunto de sustancias derivadas del petróleo que tienden a depositarse en el organismo, acumulándose principalmente en los intestinos. Cuando se aplican sobre la piel, debilitan su barrera protectora y favorecen la multiplicación de las bacterias.
  • Ftalatos: peligrosos sobre todo para las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Los ftalatos penetran en la leche materna y llegan a la placenta del feto. Se cree que dañan considerablemente las células generativas.
  • Alcoholes: deshidratan el pelo y el cuero cabelludo, pero no todos son perjudiciales. Los más peligrosos, los alcoholes de cadena corta, son principalmente: Alcohol Denat, Alcohol Bencílico, Alcohol Isopropílico y Etanol.

Un pelo bonito es el símbolo de la feminidad y, no se puede negar, la gloria de toda mujer. Por lo tanto, vale la pena prestar atención a lo que utilizamos para acondicionar nuestro cabello, así como a qué tipo de champú ponemos en nuestra cesta mientras hacemos la compra. La belleza y el buen estado del cabello empiezan ya con el lavado y la limpieza del pelo. Por eso es tan importante invertir dinero en un champú de calidad que intensifique la acción de los acondicionadores y elimine la grasa natural tras el engrasado del cabello.

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