Deje que su cabello hable, parte 1. Cuidado del cabello dañado.

Deje que su cabello hable, parte 1. Cuidado del cabello dañado.

El cabello seco y dañado no es sólo un problema estético. La debilidad de la fibra capilar se traduce, por ejemplo, en rotura y debilitamiento, por lo que necesita cuidados profesionales. ¿Es posible reconstruir un cabello dañado y sobreprocesado? ¿Cómo debe ser un cuidado capilar adecuado? Dejemos que sean nuestros peinados los que hablen.

Antes de pasar al tema de la rutina de cuidado del cabello dañado, deberíamos analizar más detenidamente el problema, conocer la causa del daño capilar y averiguar si nuestros peinados ya pertenecen a esta categoría.

CARACTERÍSTICAS DEL CABELLO DAÑADO 

Los genes son en parte responsables del estado del cabello. Esto significa que si nuestros abuelos y padres tenían el pelo dañado, es posible que nosotros lo heredemos de ellos. Sin embargo, a pesar de los genes, las causas más comunes incluyen el cuidado incorrecto del cabello o la falta del mismo, el desequilibrio hormonal, las enfermedades recurrentes, etc. Debemos recordar que el cabello es una parte del cuerpo, por lo que incluso una dieta poco variada se refleja en su aspecto.

¿Qué destruye el cabello? Entre las causas del deterioro del cabello se encuentran:

  • la coloración mal realizada y la decoloración regular,
  • el uso excesivo de secadores, rizadores, planchas,
  • la sobreexposición a las bajas temperaturas, el viento, la luz solar,
  • el peinado inadecuado y llevar el pelo recogido con demasiada frecuencia,
  • la hidratación inadecuada y la dieta baja en grasas,
  • también los cuidados capilares que no van con el tipo de cabello.

Según la tricología, el cabello que ha perdido la mayor parte de su agua y grasas se define como seco y dañado. La causa es la apertura de las escamas de la cutícula, que provoca la pérdida de humedad y el debilitamiento de la barrera lipídica. Perdemos la mayor parte de los lípidos debido al calor y a los productos químicos irritantes. Sea cual sea la causa, el cabello se vuelve opaco, seco y quebradizo debido a las escamas levantadas ¡Esto significa que el cabello dañado es un cabello de alta porosidad!

Conociendo la porosidad del cabello dañado y la razón de su débil estado, podemos decidir fácilmente la rutina de cuidados que nos permitirá devolverle su salud.

CUIDADO DEL CABELLO DAÑADO

¿Cómo cuidar el cabello dañado en toda su longitud o sólo en algunas partes, como las puntas? Debemos empezar por cambiar los hábitos que han provocado el mal estado de nuestro cabello. El cuidado del cabello dañado sigue unas sencillas reglas.

Cinco mandamientos en la rutina de cuidado del cabello dañado:

  1. Abandone las cosas que tienen una influencia destructiva en su cabello.
  2. Reduzca los peinados con calor.
  3. Recorte la parte más dañada de su cabello.
  4. Apueste por tratamientos y productos reparadores enriquecidos con proteínas.
  5. Hidrate con humectantes y emolientes.

El cuidado del cabello dañado debe realizarse en dos etapas: ▪ reducir los factores destructivos es imprescindible, pero ▪ introducir los productos adecuados para actualizar el estado del cabello, como por ejemplo, aceites para cabellos muy porosos, también importa. 

¿Es posible reparar el cabello dañado? Lo es hasta cierto punto, pero pensar que es posible unir las puntas abiertas es un error. Por eso, el primer paso debería ser cortar los mechones más procesados. Es mejor que lo haga antes de que su pelo empiece a romperse. Si no tiene apego al pelo largo, córtelo y deje que el cabello vuelva a crecer sano y fuerte. En caso de cabellos propensos a dañarse, el recorte debe hacerse con regularidad, por ejemplo, cada seis semanas.

El siguiente paso es retirar las cosas que empeoran el estado del pelo para evitar que el peinado se procese en exceso y vuelva a partirse. Dejemos que el pelo se seque de forma natural, olvidémonos de los rizadores y las planchas. Podemos peinar el cabello con métodos naturales, por ejemplo, tubos rizadores. Otra cosa recomendada es evitar los peinados recogidos durante el día para no debilitar los bulbos pilosos. Por otro lado, debemos acordarnos de atar el pelo antes de dormir para evitar que se rompa, enrede y dañe las hebras por la noche. Renunciar a los tintes y decoloraciones durante algún tiempo también es una buena opción.

Lavar y cepillar el pelo dañado

Cuanto más a menudo se lave el pelo, más suaves deben ser los champús. Los mejores champús para el cabello dañado son los diseñados para niños, ya que no contienen detergentes fuertes, pero sí sustancias limpiadoras exclusivamente suaves para el cabello y el cuero cabelludo. Las sustancias hidrófilas, como el glicerol, la alantoína o la urea, son los ingredientes clave de los champús. Tener dos champús con componentes diferentes es una buena idea, así el pelo no se acostumbrará a un solo cosmético. La regla más importante dice que se debe aplicar un acondicionador cada vez que se lave el pelo y utilizar una mascarilla o hacer un tratamiento intensivo de aceite capilar al menos una vez a la semana.

Si su pelo está muy dañado, debe cepillarlo siempre antes de lavarlo, es decir, cuando esté seco. Lávelo con agua tibia y enjuague con agua fría. Si tiene que desenredar el pelo mojado, utilice los dedos o un peine de madera de púas anchas. Incluso cuando cepille mechones secos, hágalo sección por sección para evitar tirones y daños, recorra el pelo con los dedos, utilice el peine y después utilice un Tangle Teezer o un cepillo de cerdas naturales.

Productos para el cabello dañado

El cuidado del cabello seco y dañado no sólo consiste en evitar las sustancias nocivas y tratar el cabello con delicadeza. También se trata de utilizar productos llenos de sustancias nutritivas, regeneradoras y fortalecedoras. ¿Pero cómo nutrir el cabello sobreprocesado? Para ello debe empezar un cuidado en profundidad con productos ricos en:

  • emolientes (sustancias protectoras, por ejemplo, aceites y siliconas),
  • humectantes (sustancias hidratantes, por ejemplo, miel, urea, aloe, ácido hialurónico),
  • proteínas (sustancias reparadoras, como queratina, proteínas de trigo o de huevo).

Al elegir los productos para el cuidado del cabello, no puede centrarse sólo en camuflar las imperfecciones, que son una ayuda temporal. Debe concentrarse en la reparación profunda y la reconstrucción del cabello dañado. Éste es el único método que permitirá devolver la vida a su cabello para siempre. No debe tener miedo de las famosas siliconas: si las utiliza en cantidades razonables, estas suavizan la superficie del cabello, facilitan el desenredado y evitan que se destruya la barrera protectora externa. Por otro lado, las siliconas tienen efectos superficiales, por lo que es necesario incluir humectantes y emolientes (que actúan desde el interior) en los productos capilares.

Los mejores aceites para el cabello dañado deben ser ricos en ácidos grasos insaturados omega-3 y omega-6. Entre ellos se encuentran el aceite de semilla de uva, de avellana, de semilla de melocotón, de almendras dulces, de aguacate, de linaza, de onagra, de maíz y de frambuesa. Estos reconstruyen la capa hidrolipídica externa y penetran en el cabello, nutriéndolo, fortaleciéndolo y cerrando las escamas levantadas de la cutícula.

La mayoría de los aceites están incluidos en el Nanoil para cabellos de alta porosidad. Lo que es importante, pues el producto es una mezcla profesional de aceites acondicionadores enriquecidos con sustancias fuertemente regeneradoras, por ejemplo, queratina, querastim, seda y vitaminas ¡Por la salud del cabello seco y dañado!

Siéntase libre de compartir su opinión sobre el artículo con nosotros.


Comentarios: #0


Agregue su comentario. Será publicado una vez que sea aprobado por el moderador.
Política de privacidad

Nuestra página web hace uso de cookies propias y de terceros para el uso de herramientas externas. En caso de que el usuario no dé su consentimiento, solo se emplearán las cookies esenciales. El usuario puede cambiar la configuración en su navegador en cualquier momento. ¿Da su consentimiento para el uso de todas las cookies?

Política de privacidad