Hairology parte 5 - HUMECTANTES para el cabello

El agua es la fuente de la vida, incluida la vida del cabello. Sin agua, cualquier rutina de cuidado capilar acabará en fracaso.

Sin suficiente hidratación, el cabello se vuelve quebradizo y seco, especialmente en las puntas. En verano, el cabello pierde agua el doble de rápido debido a la luz solar, que provoca daños y sequedad. Por eso los humectantes, que son moléculas higroscópicas que fijan el agua en las células, tienen tanta importancia en el cuidado del cabello ¡Intente imaginarlo: una dosis de humectantes es para el cabello como un vaso de agua para nosotros en los días calurosos!

Debería, o más bien debe, acordarse de hidratar el cabello, pero sin utilizar demasiados humectantes. El exceso de estas sustancias higroscópicas puede acarrear un efecto adverso, que suele ocurrir cuando aumenta la humedad del aire. El cabello absorbe las diminutas moléculas con demasiada rapidez e intensidad, por lo que se encrespa y pierde brillo.

El llamado punto de rocío es muy importante para el cabello, pues el vapor de agua cambia de estado (se forma agua líquida: un rocío). Debido a la temperatura y a las condiciones climáticas, las escamas de la cutícula del cabello se abren y absorben moléculas húmedas, lo que provoca encrespamiento y falta de brillo. Los emolientes protegen eficazmente el cabello del exceso de humedad, incluidos los aceites naturales, algo insuperable en el cuidado del cabello. Gracias a los aceites, podemos mantener el equilibrio de humectantes, proteínas y emolientes suministrados a nuestro cabello. El tratamiento regular con aceite capilar crea una capa microscópica en la superficie del cabello, que no sólo mantiene el nivel adecuado de humectantes, sino que también lo protege de un exceso de humedad en su interior.

Humectantes en productos para el cuidado del cabello 

Puede aportar humectantes a su pelo comprando sustancias hidratantes capilares. Puede aplicarlas por separado, mezclarlas con aceites o adquirir productos ya preparados (bálsamos, mascarillas) que incluyan la cantidad adecuada de humectantes. Algunas de las sustancias hidratantes más comunes en cosmética capilar son:

Glicerol: es un alcohol trihídrico, el llamado alcohol bueno que tiene propiedades hidratantes y suavizantes. El glicerol es habitual en acondicionadores y mascarillas capilares porque hidrata intensamente el cabello extremadamente seco, mejorando su aspecto al instante.

Miel: es famosa por sus beneficios hidratantes y regeneradores. La miel se recomienda sobre todo para cabellos quebradizos y dañados, ya que aporta suavidad y tersura. Es usada regularmente, pues evita que el pelo se quiebre. Gracias a su alta concentración de minerales, la miel es capaz de nutrir el cabello muy dañado. Además de que también actúa sobre el cabello rubio, cuidando de su color.

Pantenol: también es conocido como provitamina B5. Hidrata y suaviza el cabello, además de incrementar el brillo y facilitar el peinado, aumentando su volumen. Gracias a sus propiedades acondicionadoras, el pantenol es uno de los humectantes más valiosos incluidos en los productos capilares. Además, el pantenol acelera la reparación del cabello y aumenta la producción de queratina (componente natural del cabello).

Lecitina: el principal ingrediente de la membrana celular. Es una sustancia hidratante asombrosa que facilita la absorción de otros ingredientes activos que pueden llegar al interior del cabello (por eso la lecitina es tan popular en mascarillas y acondicionadores capilares). Además, la lecitina aporta suavidad y elasticidad al cabello. Es ideal para cabellos decolorados o con permanente.

Aloe: es un humectante y un tesoro de ingredientes minerales como el calcio, sodio, magnesio, hierro, potasio, cromo y zinc. El jugo de aloe es un gran componente de bálsamos y mascarillas capilares porque contiene vitaminas A, C y E. Puede aplicarlo con aceites naturales para regalar al cabello la hidratación y el brillo adecuados.

Urea: a veces es llamada "nieve para el pelo" debido sus diminutos cristales que parecen copos de nieve. Obviamente, tiene poder hidratante, pero la urea también aporta suavidad y repara el cabello. Poca gente sabe que la urea proporciona un gran cuidado del cuero cabelludo: no sólo hidrata, sino que también ayuda a combatir la caspa, la psoriasis y el eczema. La urea aporta un brillo increíble y es habitual en mascarillas para cabellos teñidos.

Néctar de agave: sustituto habitual del azúcar. Este dulce néctar, similar a la miel, actúa como un potente humectante. Además, ayuda a desenredar el cabello y proporciona un cuidado intensivo, potenciando el brillo, el rebote y la elasticidad.

Sorbitol: líquido incoloro e higroscópico parecido a un jarabe espeso. Al igual que todos los humectantes, aporta hidratación al cabello. El sorbitol también confiere un "deslizamiento" a todas las sustancias en las que se incluye. Como resultado, las mascarillas capilares o los acondicionadores se extienden fácilmente por la superficie del cabello. Si se nutre el cabello con sorbitol, este quedará increíblemente suave. Este humectante se disuelve en agua, lo que facilita la aplicación y evita que se aplique demasiada cantidad. El sorbitol es popular en cosmética capilar porque protege el cabello, el cuero cabelludo y los productos para la resequedad en los que se incluye.

Ácido hialurónico: no sólo hidrata el cabello, sino que también lo rejuvenece, retrasa su envejecimiento, alisa su superficie y lo protege de los daños mecánicos. El cabello, nutrido con ácido hialurónico, queda sedoso y luminoso. El ácido hialurónico ayuda a fijar los daños en la estructura capilar, acondiciona el cuero cabelludo, proporciona un tratamiento antienvejecimiento, calma las irritaciones y nutre los bulbos pilosos.

Fructosa: es el azúcar de frutas común en la industria alimentaria. Se encuentra en la fruta y la miel. La fructosa hidrata el cabello, lo fortalece y lo protege de los daños. Un exceso de azúcar de frutas opaca el cabello. Hay que saber que esta sustancia dulce se une fácil y rápidamente a la queratina, que es componente básico del cabello. Como resultado, el pelo queda brillante y fuerte, mientras que su capa externa permanece reconstruida. Para el cuidado eficaz del cabello, el azúcar de la fruta debe ser apoyada por los aceites naturales y un engrasado regular del cabello.

En la búsqueda de un cabello bonito, sano y fuerte, el cuidado equilibrado es crucial. Los humectantes y las proteínas son extremadamente importantes, ya que nutren, hidratan y reparan, pero sin la presencia de emolientes (por ejemplo, aceites) no se cubrirán todas las necesidades del cabello.